CIENCIA GLOBAL
ESPAÑA (ANB / Información de DW Noticias).- Una roca solitaria sobresalía del paisaje marciano con una forma extraña. Perseverance apuntó su láser y detectó hierro y níquel: la firma química de un posible viajero llegado desde el espacio.
Después
de más de cuatro años recorriendo el cráter Jezero, el róver Perseverance de la
NASA se topó con algo que no encaja del todo en el paisaje marciano: una roca
cuya composición apunta a un origen extraterrestre; desde la perspectiva de
Marte, claro.
De
acuerdo con la NASA, la piedra, de unos 80 centímetros de ancho, sobresalía
entre las rocas planas y fracturadas del entorno por su forma "elevada y
esculpida". El equipo la bautizó "Phippsaksla", siguiendo la
tradición de honrar lugares reales, en este caso, una zona de Svalbard, en
Noruega.
Hierro
y níquel: la firma de un meteorito
Perseverance
la detectó por primera vez el 2 de septiembre –sol 1612 de la misión– gracias a
sus cámaras Mastcam-Z. Luego dirigió hacia ella el instrumento SuperCam, que
combina un láser con espectrómetros, y encontró una alta concentración de
hierro y níquel.
Esta
composición no es habitual en las rocas marcianas, pero sí característica de
los meteoritos metálicos, fragmentos de antiguos asteroides cuyos núcleos
densos se formaron en los primeros tiempos del sistema solar.
Si
finalmente se confirma su origen meteórico, se convertiría en el primero que
Perseverance localiza desde que llegó a Marte en febrero de 2021.
No
es el primer meteorito en Marte
Y
no deja de llamar la atención, porque sus predecesores –Curiosity, Opportunity
y Spirit– han encontrado varios. Como recuerda la NASA, el meteorito
"Lebanon", descubierto por Curiosity en 2014, tenía un tamaño similar
al de Phippsaksla, y "Cacao", hallado en 2023, también resultó ser
una roca metálica particularmente llamativa.
Según
reporta Live Science, los científicos esperaban que el cráter Jezero, con una
antigüedad similar al Gale y numerosos cráteres de impacto menores, contuviera
meteoritos acumulados a lo largo de millones o miles de millones de años. Que
Phippsaksla sea el primero en aparecer resuelve, al menos en parte, ese pequeño
misterio.
El
anuncio, sin embargo, llegó con retraso. Aunque la roca fue analizada en septiembre,
la NASA no pudo publicar la noticia hasta el 13 de noviembre, después de que
terminara un cierre del Gobierno estadounidense que paralizó la comunicación de
varios proyectos científicos.
¿Traer
muestras a la Tierra?
Perseverance
cuenta con otros instrumentos, como PIXL, capaces de realizar análisis químicos
más detallados. Sin embargo, la confirmación definitiva probablemente requerirá
traer una muestra a la Tierra.
El
róver es el primero con capacidad para recolectar y almacenar núcleos de roca con
ese propósito, aunque para ello necesitará que otra nave vaya a buscarlos, y la
misión de regreso todavía no está asegurada.
La
misión principal: buscar vida en Marte
Con
todo, rastrear meteoritos no forma parte de su misión principal. Perseverance
está en Jezero para buscar posibles señales de vida pasada, estudiar los
sedimentos del antiguo delta y reunir muestras destinadas a futuros
laboratorios terrestres.
Aun
así, encontrarse con un viajero interplanetario como Phippsaksla añade una
pieza inesperada al rompecabezas marciano. Y mientras tanto, sin una fecha de
finalización establecida, Perseverance seguirá avanzando por Jezero con la
paciencia de un explorador que sabe que la próxima roca intrigante podría
aparecer tras la siguiente curva.
Editado
por Felipe Espinosa Wang con información de la NASA, Space.com y Live Science.

No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital