LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- A cinco años de la masacre de Porvenir, perpetrada el 11 de
septiembre del 2008, la abogada de las víctimas, Mary Carrasco, dijo el
miércoles que esos luctuosos sucesos no quedarán impunes y que las 'coartadas'
del ex prefecto del departamento de Pando, Leopoldo Fernández, principal
responsable de lo ocurrido, no funcionaron.
'Nosotros estamos en condiciones de probar
todo lo que hemos afirmado en la acusación, y por supuesto, Leopoldo Fernández,
a pesar de sus diez testigos no pudo probar sus coartadas', dijo la jurista en
entrevista con la agencia ABI.
Entre las coartadas, mencionó que el
principal acusado de la muerte de campesinos y estudiantes normalistas, para
desvirtuar el juicio dijo que los sucesos de Porvenir fueron planificados en
Palacio de Gobierno y que él era un preso político.
En el proceso de descargo, expresó que se
preguntó a los testigos de Fernández, 'diga cómo el Gobierno es autor de los
hechos, pero nunca hubo respuestas. Es una coartada que no funcionó a
Fernández', apuntó.
'Como apoderada legal de las víctimas junto
a la comisión de fiscales que investigaron la masacre de Porvenir, hemos
probado toda la acusación que Leopoldo Fernández, es autor el intelectual de la
emboscada armada a la marcha campesina que se dirigía a Filadelfia, en horas de
la mañana del 11 de septiembre del 2008', enfatizó.
A cinco años de esos sucesos, agregó, que
se puede concluir que Fernández ordenó no solamente cavar las zanjas y
desplazar la maquinaria pesada, sino fue autor del ataque, en el que
participaron 'sicarios armados' junto a funcionarios de la entonces Prefectura.
En esos hechos, se registraron 13 muertos,
11 campesinos y estudiantes normalistas y dos funcionarios de la Prefectura de
Pando.
En el proceso fueron acusados 26 implicados
y de esos 10 están prófugos, están en situación de rebeldía por el Órgano
Judicial y muchos fugitivos en Brasil. Existen 7 procesados, en tres diferentes
juicios, apuntó.
Carrasco comentó que este es un proceso de
largo aliento y lo sabían desde el principio porque 'luchar contra la impunidad
y por los derechos humanos siempre fue difícil, no solo aquí, sino en todas
partes'.
En su criterio, 'el juicio avanzó lento,
pero hemos avanzado, son cinco años en los que hemos agotado la prueba
testimonial tanto de cargo como de descargo y también hemos iniciado la prueba
documental'.
Estamos, precisó, en medio camino de la
prueba documental y se espera que concluya el juicio con una sentencia
condenatoria en diciembre de este año.
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