Almaraz: Evo
concentra el poder
Exviceministro
de Tierras, Alejandro Almaraz. Foto: Los Tiempos.
|
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La expresidenta de diputados, Rebeca Delgado, y los senadores Manuel
Limachi y Carmen García, todos del gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS),
esgrimieron duras críticas contra el vicepresidente Álvaro García Linera, a
quien coincidieron en calificar de “confrontacionista”.
Los argumentos
utilizados por los denominados librepensantes reflejan una actitud impositiva
por parte del Segundo Mandatario, quien a decir de Delgado, es el que
“presionó” a los legisladores para que aprueben Leyes anticonstitucionales,
como sucedió con el proyecto de ley de Extinción de Dominio de Bienes o la
referida a las autonomías.
“Tengo
información que hay una orden del vicepresidente de hundirme políticamente (…)
no es utilizando a gente, no es amedrentando; esa política del terror debe
terminar aquí. Eso no va hacer que el proceso de cambio termine (...) hay que
ser serios, no es así como se elimina a la gente”, sostuvo la expresidenta de
la Cámara de Diputados.
Limachi,
notoriamente enfadado, denunció que el gobierno utilizó a los indígenas y
organizaciones sociales para llegar al gobierno y ahora imponer el poder con
“masistas disfrazados”. Acusó al entorno palaciego de evitar que Evo Morales se
reúna con sus verdaderas bases.
“No podemos
echar a perder este proceso de cambio, no se está avanzando tal como lo hemos
prometido a nuestro pueblo, lo único es que la gente de la derecha ahora nos
está conduciendo (…) Yo no conozco si él (Álvaro García Linera) es masista, no
sé si se habrá afiliado”, aseveró el representante de Pando.
A juicio del
senador, corre peligro la segunda reelección del Presidente al estar acompañado
de García Linera. “No se conseguirá ni un sólo voto en Pando si las cosas van a
seguir así”, aseguró el asambleísta.
En otra
oportunidad, Carmen García criticó una posible candidatura del vicepresidente
García por considerar que se debe otorgar esa oportunidad a un indígena.
Alejandro
Almaraz, exviceministro de Tierras del gobierno del MAS atribuyó este “intenso
debate” en el oficialismo a los efectos devastadores de las contradicciones en
las políticas gubernamentales. “Se dio la vuelta y no se es consecuente con la
transformación social prometida a la población”, dijo.
Acusó a Evo
Morales de concentrar todo el poder en sus manos y de ser el responsable de
todas las decisiones -buenas y malas- en su gobierno.
“Todas las
decisiones importantes en este gobierno; las malas que a estas alturas son las
más, pero también las buenas que hubo en el primer gobierno de Evo Morales,
todas las decisiones importantes las toma él (Evo Morales), (…) es risible
siquiera pensar que él no se haya enterado de la intervención a Chaparina o el
Gasolinazo, todas las decisiones las toma él”, remarcó.
Un grupo de
personas llama a construir un programa para Bolivia
LLAMAMIENTO
A LA
CONSTRUCCIÓN DELIBERATIVA Y PARTICIPATIVA DE UN PROGRAMA MÍNIMO PARA LA
TRANSFORMACIÓN SOCIAL DE BOLIVIA
El 22 de junio
de 2011, hace ya casi dos años, un grupo de bolivianas y bolivianos,
sintiéndonos en el deber moral de dar nuestra palabra, y sin más representación
que la de nuestras propias personas, emitimos el ”Manifiesto por la
recuperación del proceso de cambio para el pueblo y con el pueblo”. Abrimos así
la discusión pública sobre los actos del Gobierno de Evo Morales que, ya en
aquel momento, revelaban su traición al mandato recibido del pueblo boliviano,
y fundamentalmente expresado en la “agenda de octubre” y en las demandas
históricas de tierra y territorio de los Pueblos Indígenas.
A despecho de la
respuesta entonces dada por el Gobierno, los hechos posteriores han confirmado
la veracidad y pertinencia de nuestro manifiesto. A siete años de dictarse la
“nacionalización” de los hidrocarburos y la refundación de YPFB, la frustración
de las mismas es inocultable, pues YPFB no ha salido de su marginalidad e
intrascendencia, y la producción de los hidrocarburos sigue bajo el monopolio
de Petrobras y Repsol, operadoras de más del 85% de la producción de
hidrocarburos en el país.
La entrega de la
producción de hidrocarburos y minerales a las empresas extranjeras, continúa
negando el derecho de consulta a los pueblos indígenas, en cuyos territorios se
realiza la extracción de recursos y una completa destrucción de su medio
ambiente. Para imponer el negocio de las grandes petroleras y mineras se
recurre a la represión directa, a la división de las organizaciones indígenas,
y a la cooptación y compra de sus dirigentes. El gobierno maneja las finanzas bajo
riguroso monitoreo anual del Fondo Monetario Internacional (FMI), y se entrega
atado de manos y pies al capital internacional colocando sus bonos en Wall
Street solo para granjearse la simpatía del gran capital. A cambio, ha logrado
crecientes congratulaciones de esa máxima institución internacional del
capitalismo.
En el campo de
las reformas institucionales y la administración de los poderes públicos, el
Gobierno de Evo Morales ha desatado, rápida e intensamente, la vocación
autoritaria y el carácter corrupto que ya se anunciaba con claridad hace dos
años. La llamada “revolución de la justicia”, con la que ha encarado la reforma
del sistema de justicia, ha cumplido el propósito principal de someter a los
jueces y fiscales a su arbitraria voluntad, de manera tan descarnada como pocas
veces se vio en la historia de invariable servidumbre de la justicia boliviana
al poder económico y político.
Si el carácter
antipopular del Gobierno es evidente en sus políticas de continuidad
neoliberal, su carácter antiindígena, aún más claro y contundente, ha llegado
al grado de verdadero ensañamiento. El Gobierno de Evo Morales es profundamente
antiindígena desde sus más básicas concepciones de la economía, el desarrollo y
el ejercicio del poder político, en las que reproduce a plenitud el pensamiento
y los propósitos del colonialismo interno y del capitalismo extractivista y
neoliberal. En el conflicto del TIPNIS, el Gobierno ha concentrado y desnudado
su feroz agresión a los pueblos indígenas de Bolivia, particularmente a los de
las tierras bajas. Así, para servir a los intereses del mercado y del capital
extranjero, mediante la apertura de la repudiada carretera por el TIPNIS, ha
violado gravemente los derechos constitucionales indígenas al territorio, la
libre determinación y la consulta previa, libre e informada. Para doblegar la
obvia y legítima resistencia indígena, ha desatado la violenta represión contra
su pacífica movilización, se ha lanzado a la división y cooptación general del
movimiento indígena mediante la más despreciable coacción, y ha querido
convertir el derecho indígena a la consulta en un absoluto e insultante fraude.
El Gobierno se
ha convertido en un instrumento de violación constante de la Constitución
Política, desde el artículo 7 que establece que la soberanía reside en el
pueblo, que se gobierna en forma directa (es decir, por medio de la asamblea
del pueblo), y también por la forma representativa (es decir, a través de los
partidos políticos). Vivimos bajo la dictadura de un solo partido, con la oposición
vacilante de la derecha que trata de sacar provecho de sus errores, pero que
tampoco defiende consecuentemente la Constitución, cuya vigencia trató de
impedir por todos los medios.
Esta es nuestra
Constitución, aunque es cierto que el Gobierno negoció una buena parte de su
contenido con la derecha en los infames acuerdos políticos de septiembre de
2008. Aún así, la Constitución hoy vigente tiene un importante contenido
democrático. La Constitución estipula claramente el fin de la dictadura
monopólica de los partidos políticos, establece formas de autogobierno, el
gobierno por usos y costumbres, y que los recursos naturales son propiedad del
pueblo boliviano y no del Estado, que solo es el administrador.
En los recientes
acontecimientos de las movilizaciones de la COB por una ley de pensiones justa
y humanitaria, el Gobierno muestra por completo su carácter represor y
anti-obrero, y esgrime sistemáticamente todos los argumentos de los gobiernos
burgueses y neoliberales, acusando de golpistas las acciones populares,
irrespetando los aportes de los trabajadores para su jubilación y generando
conflictos intersectoriales para no solucionar los problemas de fondo del país.
Este Gobierno ha
violado el mandato del pueblo y la Constitución, y ha perdido toda legitimidad.
Ahora pretende perpetuarse violando la disposición constitucional transitoria
que él mismo acordó y comprometió cumplir. De él solo se puede esperar la
continuidad de la traición y la violación cotidiana de la democracia y la
voluntad popular. Para que los sectores populares derroten al gobierno traidor
y a los otros instrumentos del poder transnacional y oligárquico, es
imprescindible la convergencia de su acción reivindicativa y de su iniciativa
política en la construcción de una nueva y auténtica alternativa política para
la transformación liberadora del país. Es en este desafío que comprometemos la
continuidad de nuestra lucha, y es para vencerlo que queremos compartir nuestro
aporte con el de todas las bolivianas y bolivianos dispuestos a construir un
futuro distinto. En esta dirección, asumimos la necesidad de basar la acción
política, primero, en la afirmación ética de concebir la política como el
compromiso con el destino colectivo, de cuyo cumplimiento se deben esperar
muchos sacrificios y ningún provecho personal. Luego, en la definición de sus
propósitos estratégicos concretos, es decir, en un programa de transformaciones
que exprese, en referencia a la realidad social concreta, las acciones que
darán contenido y forma al nuevo Estado y a la nueva sociedad, y que guíen la
lucha de los sectores populares por sobre las presiones de la coyuntura.
Por ello, los
que emitimos el manifiesto del 22 de junio de 2011 y otros compañeros que
comparten nuestras inquietudes y compromisos, con la sola representación de
nuestras propias personas, como entonces, y sin ninguna pretensión de ejercer
conducción o fungir de vanguardia, llamamos a todas las bolivianas y bolivianos
que como personas o agrupaciones asumen la impostergable necesidad de una
alternativa política para un mejor país, a concurrir a un amplio espacio
deliberativo destinado a la construcción colectiva y democrática de un programa
para la transformación de la sociedad y el Estado bolivianos. Con este
propósito, proponemos a todos y a todas, encontrarnos en la ciudad de
Cochabamba, durante dos días de la primera semana del mes de julio.
Hermanos y
hermanas, compañeras y compañeros: contamos con todos ustedes para compartir
esta ineludible tarea de dignidad y compromiso con nuestro destino colectivo.
Alejandro
Almaraz / Ana María Bravo / Emma Céspedes / Marcelo Delgadillo / Raúl España /
Roberto Fernández / Gustavo Guzmán / Fernando Machicao / José Martínez / Juan
Perelman / Pablo Regalsky / Luis Rojas / Víctor Hugo Sainz / Moisés Torres /
Roberto Valdivieso / Jaime Zapata
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital