CHUQUISACA, BOLIVIA (ANBOLIVIA).- Comunidades de Chuquisaca emplean las aguas del
río Pilcomayo para riego, sin ningún tratamiento previo, ocasionando que sus
productos tengan niveles de metales pesados por encima de los que indica la
norma, aseguró hoy René Arancibia, Coordinador Departamental de Lidema en
Chuquisaca.
De acuerdo a un estudio de la Gobernación de Chuquisaca de diciembre de
2011, los rangos de zinc en zanahorias se encontraban en 30.31 en tanto que el
límite permisible por la FAO es 5; y en las remolachas el nivel está en 50.31
de zinc, datos que también han sido obtenidos en un monitoreo desarrollado en
el marco de las actividades de la Comisión Minero Ambiental de ASE - Lidema.
El 21 de mayo reciente se realizó una verificación a la planta de
tratamiento de aguas de Sotomayor, en coordinación con varias instituciones
como la Asamblea Departamental, la Defensoría del Pueblo, la Gobernación,
Sedes, la Fiscalía y ASE LIDEMA, con el objetivo de verificar el estado de la
planta e iniciar acciones efectivas que mitiguen la contaminación de las
aguas del río Pilcomayo.
A la conclusión de la visita, el Municipio de Yamparaez ha comprometido la
gestión de recursos para la readecuación del diseño de la planta y la puesta en
marcha.
Por otro lado, en la visita, el fiscal Luis Fernando Ferrufino recordó que
el Ministerio Público “ha iniciado las acciones de investigación hace bastante
tiempo (en torno a la contaminación del Pilcomayo), y éste (la inspección) es
un paso más del reconocimiento del lugar y de toma de información para
sustentar una posterior demanda penal”, sostuvo.
La directora del Servicio Departamental de Salud (Sedes), Gilka Guerrero,
por su lado, informó que como institución entregarán al Ministerio de Salud un
informe sobre la incidencia de la contaminación minera en los pobladores de las
riberas del río Pilcomayo.
A la contaminación urbana y minera, que disminuye la fertilidad de los
suelos y, en consecuencia, reduce la los medios de vida y afecta a la economía
de muchas comunidades indígenas y campesinas, se suma la falta de una política
de manejo integral de la cuenca, en la parte boliviana, que ocasiona la
acumulación de sedimentos en la cuenca baja, perjudicando la única fuente de
vida para algunas comunidades indígenas, como es la actividad de la pesca.
La actividad minera es una de las principales causas de deterioro ambiental
en Bolivia. En Chuquisaca esta actividad ha hecho que el río Pilcomayo se vea
afectado desde hace siglos, siendo en las últimas décadas, por el incremento de
las actividades y procesos mineros, un crecimiento de la contaminación de
manera significativa.
El Río Pilcomayo, nace con aguas cristalinas de las faldas de las montañas
orientales del departamento de Oruro, y a su paso por Potosí, como consecuencia
de la contaminación minera, cambia su estado por los desechos de
minerales que se depositan de los ingenios mineros. Luego pasa por Chuquisaca y
Tarija, llevando, no solo la contaminación, sino también sedimentos, hasta
Paraguay y Argentina.
El Alto, 31 mayo de 2012 – E.CH.M.
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