CIENCIA GLOBAL
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Información de DW Noticias).- Los científicos alertan de que este gen está cruzando fronteras y saltando entre especies, dotando a bacterias peligrosas de una resistencia total a los aminoglucósidos, los antibióticos fundamentales en las UCI.
Una
investigación liderada por científicos de varios países ha confirmado la
existencia de un gen que genera bacterias resistentes a los antibióticos. Se
trata del gen 'npmA2' y ya está ampliamente diseminado en humanos, animales y
el medioambiente a nivel global, según constata un estudio presentado en la
revista Nature Communications el pasado jueves (17.07.2025).
El
alcance este gen está presente en Alemania, Francia, el Reino Unido, China,
Australia y Estados Unidos, describen los investigadores, que aglutinan
científicos de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), en España, el
Instituto británico Sanger (Cambridge), el Pasteur de París (Francia), y otros
centros de investigación de Países Bajos y Australia.
Este
gen otorga inmunidad a todo un grupo de antibióticos vitales en las Unidades de
Cuidados Intensivos (UCI), según el trabajo liderado por Bruno González-Zorn,
catedrático del departamento de Sanidad Animal de la UCM. Concretamente, el gen
'npmA2' crea bacterias con una resistencia total a los aminoglucósidos, un
grupo de antibióticos que en la última década se ha convertido en fundamental
en las unidades de cuidados intensivos cuando fallan otros tratamientos. Fue
detectado por primera vez en bacterias Escherichia coli en una UCI de Japón en
2003, y durante años no había vuelto a aparecer, indica Gonzalez-Zorn, a la
agencia Efe.
Un
gen con pasaporte genético
Este
trabajo, fruto del análisis de casi dos millones de muestras bacterianas de
diferentes partes del mundo, ha ofrecido la respuesta a la pregunta sobre
"qué había pasado con el gen npmA2", dice Gonzalez-Zorn: el gen npmA2
actúa como un "pasaporte genético”, viaja y salta de una bacteria a otra
cada vez más patógena.
Así,
de la bacteria Escherichia coli ha pasado a incrustarse en la Clostridioides
difficile, causante de graves infecciones intestinales, y en ella se ha
diseminado a nivel mundial.
"En
una UCI de Holanda tenían una epidemia de una bacteria intestinal con el npmA2.
Nos la mandaron, la secuenciamos y vimos que era el mismo gen que creó
resistencia a los antibióticos en la bacteria intestinal, pero esta vez en
Enterococcus faecium", agrega Gonzalez-Zorn. Esta última bacteria tiene en
España un 30 por ciento de mortalidad cuando se extiende por la sangre.
"Es
como un fantasma: casi nadie sabía de su existencia y, sin hacer ruido, ha
empezado a aparecer en distintas partes del mundo y en bacterias que ya de por
si son difíciles de controlar”, añade Gonzalez-Zorn.
El
hallazgo es especialmente preocupante porque las bacterias en las que se
incrusta el gen ya muestran resistencias a otros fármacos.
"El
gen npmA2 convierte a las infecciones causadas por estas bacterias en
prácticamente incurables”, sostiene Carlos Serna, otro de los autores e
investigador de la UCM.
Una
pandemia silenciosa
La
resistencia a los antibióticos es "una pandemia silenciosa, el mayor
problema sanitario al que se enfrenta la humanidad”, apunta González-Zorn.
Según
datos de Naciones Unidas, cada año mueren en el mundo 1,2 millones de personas
por resistencia a los antibióticos. Aproximadamente 20.000 de esas muertes se
producen anualmente en España, una cifra casi 20 veces superior a los
fallecidos en accidentes de tráfico.
Parte
del problema se debe, según González-Zorn, a que "cada vez hay más
resistencia a los antibióticos existentes, y llevamos 30 años sin descubrir una
nueva familia de estos fármacos. Al ser medicamentos relativamente baratos a
las farmacéuticas no les resulta suficientemente rentable hallar nuevas
formulaciones”, dice, en declaraciones recogidas por la agencia Efe.
La
UE está apostando por la colaboración público-privada para el desarrollo de
nuevos antibióticos, pero la expansión constatada de este gen que potencia la
resistencia a los antibióticos de bacterias ya de por si muy dañinas requiere
medidas urgentes de prevención, alertan los investigadores.
Los
autores abogan por el desarrollo de nuevas estrategias para combatir las
infecciones, y por vigilar el uso de antibióticos: "estas medidas son
ahora más urgentes que nunca, si no actuamos ya, nos abocamos a una era donde
una simple infección vuelva a ser mortal”, destaca González-Zorn.
El
científico incide, también, en que es necesario vacunarse, no automedicarse,
controlar el uso de antibióticos en animales y humanos, aislar al paciente
cuando se detecta una infección, o practicar habitualmente cuestiones tan
sencillas como lavarse bien las manos.
aa
(efe, Nature Communications, El País, el diario.es)

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