PARY ADVIERTE “DESEQUILIBRIOS” EN RELATORÍAS DE CIDH

Cree que hay derechos privilegiados

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El embajador de Bolivia ante la Organización de los Estados Americanos (OEA), Diego Pary, cuestionó hoy los “desequilibrios” y “privilegios” que existirían dentro de las diferentes relatorías que ha creado la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

Pary, en declaraciones a ERBOL, dijo que la CIDH ha ido más allá de las atribuciones que la convención sobre derechos humanos le otorga y no debería ser así, menos dedicarse a analizar (en algunos casos) temas que no le corresponden.

En ese marco, “por ejemplo, hay ciertos desequilibrios dentro de las diferentes relatorías que ha creado la Comisión, nosotros creemos que todos los derechos humanos deben ser tratados en igualdad de condiciones”, declaró.

Agregó que respeta plenamente la libertad de expresión, pero también considera que el derecho a la vida tiene que tener el espacio necesario y los recursos económicos que requiere.

“No puede ser que tengas una Comisión Interamericana de Derechos Humanos donde tengas un millón de dólares para libertad de expresión y tengas 100 dólares para derechos de la mujer. Entonces lo que Bolivia promueve es que todos los derechos tengan las mismas condiciones”, enfatizó.

Señaló que todas las relatorías deberían tener el mismo tratamiento, presupuesto y aparato institucional. En ese sentido “no puede haber derechos más privilegiados que otros”, manifestó.

Según el embajador, este desequilibrio surge porque hay países que “intencionadamente” ponen más recursos para atender determinadas temáticas en una u otra relatoría. “En este caso, en la relatoría de la libertad de expresión”, remarcó.

“Lo que se pretende es que todos los derechos sean tratados en igualdad de condiciones, pero además las contribuciones que se le hacen a la CIDH no (deberían) ser direccionadas ¿No le parece extraño que Estados Unidos le ponga 500 mil dólares a la libertad de expresión y no le ponga nada a las otras relatorías? A nosotros sí nos parece algo sospechoso”, señaló.

Sugirió que si un país quiere contribuir, lo haga en una canasta común para todas las relatorías y que la CIDH, en función a sus prioridades identificadas, distribuya ese presupuesto.

“Si yo le doy 100 dólares para que me investigue un caso ‘x’, tiene una tendencia, tiene una direccionalidad, entonces como país creemos que todas las contribuciones voluntarias deben ser a un conjunto, a un objetivo, que son la promoción de todos los derechos humanos”, apuntó.