Por
Daniel Ramos
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El papa Francisco llegará el miércoles a Bolivia, donde la
izquierda gobierna cerca de nueve años al mando del presidente Evo Morales y
tiempo en el que afloraron los ideales de la Teología de la Liberación en una
cruzada política de lucha contra la pobreza, la desigualdad y la injusticia,
entre muchos males que padecieron por siglos los indios (indígenas campesinos),
que veneran a la Pachamama y acostumbran también arrodillarse frente a una
cruz.
El primer papa sudamericano en la historia
de la Iglesia Católica se encontrará entre el miércoles y viernes con un pueblo
boliviano inmerso en la mayor revolución social del continente americano
producto de las políticas sociales y económicas que implantó la administración
de Morales, un líder indígena que en 2006 llegó al poder tras ganar en las
urnas con más del 54% de los votos, un apoyo popular que no ha menguado hasta
la fecha.
Morales además promovió una revolución
cultural nacionalista contra el colonialismo y el capitalismo; sus críticas
punzantes también sacudieron a una Iglesia Católica conservadora que, a su
juicio, olvidaba a los pobres y marginados hasta que en marzo de 2013 el
jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio fue elegido papa y dio un golpe de
timón a la política de la Iglesia de San Pedro.
"Siento que ahora tengo un Papa
comprometido con su pueblo, con el pensamiento revolucionario, con sentimiento
social y sobre todo con propuestas para cambiar y acabar con la injusticia, la
violencia y la guerra", celebró Morales, cuyos ideales de "vivir
bien" y en "armonía con la Madre Tierra" han coincidido con el
pensamiento del revolucionario Pontífice.
Francisco es el segundo papa que llega al
país, después de Juan Pablo II en 1988, una década en la que Bolivia sufrió la
inflación más alta de Latinoamérica -entre 1984 y 1985 los precios aumentaron
625 veces- y destruyó la estructura productiva del país y la economía en
general.
Hasta 2005, Bolivia tenía un índice de
pobreza extrema superior al de Paraguay (32,1%), Colombia (20,2%) o Perú
(17,4%).
El crecimiento económico de Bolivia entre
los años 2006 y 2014 en promedio fue de un 5,1%.
El año pasado Bolivia registró un
crecimiento anual del 5,4%, consiguiendo el primer lugar en Sudamérica, seguido
por Colombia con un 4,6%, Paraguay con un 4,4% y Ecuador con un 3,8%, y muy por
encima del promedio de América del Sur que fue del 0,7%.
Según datos oficiales, en los últimos años
en Bolivia se redujo la extrema pobreza en 20 puntos porcentuales y se acortó
las brechas entre ricos y pobres.
En 2005 el 10% más rico del país tenía 128
veces más que el 10% más pobre, actualmente el 10% más rico del país tiene sólo
42 veces más que el 10% más pobre.
"Necesitamos, esperamos que tengamos
un papa que aflore esas temáticas y que ojalá recoja la enseñanza fundante de
Cristo y que fue retomada por la Teología de la Liberación en los años 60 y que
se vuelve a plantear como mal necesario el día de hoy; la opción preferencial
por los pobres, el trabajo por los pobres, por los más humildes, por los más
necesitados ese es el núcleo de la Iglesia, los humildes del mundo",
expresó el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera tras la ascensión de
Bergoglio.
En ese contexto, el gobierno boliviano
tiene previsto fortalecer en La Paz un pacto contra la pobreza con el papa
Francisco, cuya agenda prioriza la labor social y preferencia por los pobres al
tradicional modo de ser monárquico de los jerarcas eclesiales.
El 19 de marzo, en la homilía de la misa de
inauguración del pontificado, el papa Francisco aseguró que era obligación de
los sucesores de Pedro "poner sus ojos en el servicio humilde" y
"abrir los brazos para custodiar a todo el pueblo de Dios y acoger con
ternura y afecto a toda la humanidad, especialmente los más pobres, los más débiles,
los más pequeños".
"Cómo me gustaría una Iglesia pobre y
para los pobres", proclamó también el papa latinoamericano que obsequió al
presidente boliviano en una de sus visitas al Vaticano el libro titulado 'Del
lado de los pobres, Teología de la liberación'.
A poco más de dos año de pontificado,
muchos se han preguntado si el actual papa Francisco es un seguidor de la
Teología de la Liberación, lo que para muchos teólogos y analistas es una
pregunta irrelevante, puesto que lo importante es la liberación de los
oprimidos, de los pobres y de los que sufren injusticia.
"Al mundo de hoy le falta llorar,
lloran los marginados, lloran los que son dejados de lado, lloran los
despreciados, pero aquellos que llevamos una vida más o menos sin necesidades
no sabemos llorar", es una de las frases más ponderadas de Francisco.
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