Fotografía del martes 24 de diciembre. La mandataria Dilma Rousseff durante
un vuelo de helicóptero sobre zonas afectadas del estado de Espíritu Santo.
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BRASIL (ANB / AFP).- Las lluvias han dejado 40 muertos en periodo de
fiestas, la mayoría enterrados bajo el barro, así como más de 70.000 evacuados,
según el último balance de la Defensa Civil de ese país.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, interrumpió sus vacaciones para
visitar hoy una región del sureste inundada por las lluvias que han dejado 40
muertos en periodo de fiestas, la mayoría enterrados bajo el barro, así como
más de 70.000 evacuados, según el último balance de la Defensa Civil.
Tras dos semanas de temporales que han provocado deslizamientos de terreno
y enterrado vivas a decenas de personas, el clima comienza a mejorar en gran
parte del sureste del país.
Decenas de miles de personas han pasado la Navidad sin agua potable,
electricidad o comunicaciones, mientras los alimentos escasean. Rousseff
sobrevoló el viernes junto al ministro de Salud, Alexandre Padilha, la región
de Governador Valadares, en Minas Gerais (sureste), un estado donde 17 personas
han muerto en las lluvias de diciembre y hay unos 9.500 evacuados de sus hogares.
Dos niños de 11 y 3 años murieron el pasado 22 de diciembre enterrados bajo
el barro que se desplomó sobre su casa en Governador Valadares, donde la
crecida de los ríos ha causado grandes inundaciones, según la Defensa Civil.
En Espirito Santo, otro estado del sureste que ha sufrido sus peores
lluvias en 90 años, y que Rousseff visitó el día de Nochebuena, la cifra de
muertos ha sido revisada a la baja, de 27 a 23. También hay dos desaparecidos
que las autoridades presumen aún se encuentran bajo el barro.
Un total de 52 ciudades de Espirito Santo fueron inundadas, y unas 61.000
personas fueron evacuadas.
La Fuerza Aérea Brasileña informó que utilizó varios helicópteros para
rescatar en los últimos días a 162 ancianos, niños, mujeres y enfermos en zonas
inundadas de Espirito Santo, y transportó unas ocho toneladas de medicamentos,
alimentos y agua potable al estado.
"Están vendiendo el galón (3,78 litros) de agua potable a 35 reales
(15 dólares)", dijo Ismael Nascimento, un habitante de Colatina, Espirito
Santo, donde ocho personas murieron.
"Son muchas bocas para alimentar, precisamos canastas básicas",
añadió en declaraciones al diario O Estado de Sao Paulo.
El gobierno federal autorizó el viernes la liberación de casi tres millones
de dólares para acciones de rescate, asistencia a víctimas y restablecimiento
de servicios esenciales en el estado.
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