‘NO IMPLEMENTAN SEGURIDAD INDUSTRIAL POR SER CARA’

Constructores toman medidas básicas, dice Caboco

Imagen ilustrativa.

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El presidente de la Cámara Bolivia de la construcción (Caboco), Christian Eduardo, admitió hoy que el sector de la construcción no implementa la seguridad industrial en toda su dimensión, en las distintas edificaciones que realiza, porque eso implica realizar una elevada inversión.

“Sólo se toma precauciones elementales de seguridad como son una ropa de trabajo, un guante, un botín y un casco, pero no es solamente eso la seguridad industrial, son planes, procedimientos, personal que hay que incorporar para llevar adelante la implementación de la seguridad industrial. Es motivación, cursos de capacitación al personal. Es una inversión muy fuerte que la obra pública debe ir contemplando dentro de un ítem”, señaló el empresario.

Manifestó que desde hace varios años plantearon la necesidad de contar con un ítem de seguridad industrial que pueda ser cobrado porque “los presupuestos, principalmente, de las obras públicas no consideran un ítem de seguridad industrial”.

Otra iniciativa, que tampoco se concretó, explicó Eduardo, fue la creación de un Seguro Obligatorio para Accidentes de la Construcción (SOAC).

“No ha podido ser llevado a buen término (el tema del seguro) puesto que no hemos tenido la capacidad con la Confederación de Trabajadores Sindicales de la Construcción de poder terminar de aterrizar este elemento, es una tarea pendiente que este 2013 esperamos ya poder terminar”, dijo.

Además de no contar con seguridad industrial, la gran mayoría de los más de 450 mil obreros de este sector –a marzo de 2013- no cuentan son los beneficios laborales de acuerdo a ley, es decir son trabajadores informales, debido a la elevada rotación que existe en el sector.

“En este momento son unas 450 mil personas que hemos estimado como la contratación directa que se tiene. El sector de la construcción tiene una particularidad muy interesante y esta es la elevada rotación que existe con los trabajadores, es decir hay trabajadores que pueden estar un día, una semana, un mes, tres meses, un año, dependiendo el tiempo de la construcción”, explicó.

Argumentó que estos tiempos de permanencia inestables de los trabajadores, no permiten realizar los registros correspondientes para que los dependientes gocen de los servicios sociales. “Los tiempos de inscripción son largos”, señaló.

“Hay que hacer notar que un alta en el Ministerio de Trabajo para proceder a una inscripción en la Caja y en las AFPs es un proceso que mínimamente tarda inicialmente 30 días, de ahí una inscripción en la Caja Nacional de Salud  puede demorar un promedio de dos meses, estamos pensando que para que alguien termine formalmente inscrito pueden pasar aproximadamente tres meses, y yo estoy hablando que en un mes es probable que no tengamos seis de las 10 personas que hemos contratado hace un mes”, apuntó.