SENTENCIA EJECUTORIADA EN EL CASO VIRGINIA; AUTOR ES CONDENADO A 30 AÑOS DE SIN DERECHO A INDULTO

SUCRE

CHUQUISACA, BOLIVIA (ANB / Periodismo Que Cuenta).- Jhoel Jhoel Soliz Leandro, de 27 años, novio de la hermana de Virginia, admitió el asesinato de la joven. La justicia boliviana concluyó el proceso: se acogió al procedimiento abreviado, se renunció a la apelación y la sentencia ya es ejecutoriada. Soliz recibirá la máxima condena por feminicidio: 30 años de cárcel, sin derecho a indulto.

 

El crimen estremeció a la ciudad. Virginia fue asfixiada y luego desmembrada. Su cuerpo apareció en Khatalla Baja, al norte de Sucre, hallado por un transeúnte en un sendero rural. La Policía recuperó seis partes del cadáver; los restos habían sido trasladados y dispersados por el acusado. La autopsia confirmó que la muerte fue por asfixia, y que los cortes presentaban precisión; el rostro de la joven fue hallado intacto.

 

El Ministerio Público reconstruyó los hechos: el acusado aprovechó la confianza depositada en él, llevó a Virginia a su habitación y cometió el crimen. En su poder se encontraron herramientas de corte, el celular y prendas de la víctima, así como material de estudio relacionado con anatomía. Soliz estudiaba Enfermería.

 

Mientras la ciudad despedía a Virginia con globos y carteles que gritaban “¡Ni una muerta más!” y “¡Justicia para Virginia!”, la justicia confirmaba que el responsable pagará por su crimen. Para la familia, la condena no devuelve lo perdido, pero representa un cierre formal al dolor que recorrió calles y hogares.

 

El feminicidio de Virginia es el segundo registrado en Chuquisaca en 2025 y parte de las 78 víctimas que Bolivia ha contabilizado este año: 30 en La Paz, 17 en Santa Cruz, 12 en Cochabamba, 8 en Potosí, 6 en Oruro, 3 en Tarija y 2 en Chuquisaca. Pando y Beni no reportan casos.

 

SEPELIO

 

La mañana de este domingo, un féretro blanco avanzó lentamente por las calles de Sucre. Lo acompañaban globos del mismo color, flores y un silencio roto apenas por un grito que se repetía como eco colectivo: “¡Ni una muerta más!”. “¡Justicia para Virginia!”.

 

Virginia Cruz Paniagua tenía 18 años. Acababa de salir bachiller del colegio José Mariano Serrano. Su vida fue arrebatada con violencia extrema. Murió por asfixia y luego su cuerpo fue desmembrado.

 

Mientras el cortejo avanzaba, familiares, amigos y vecinos levantaban carteles. La marcha coincidía, minuto a minuto, con la audiencia de medidas cautelares contra el acusado de feminicidio. La ciudad despedía a Virginia al mismo tiempo que la justicia comenzaba a pronunciarse.

 

El Ministerio Público informó que el sospechoso responde a las iniciales Jhoel J.S.L., tiene 27 años y es el enamorado de la hermana de la víctima, una persona de confianza. En varias ocasiones, según la Fiscalía, él transportaba a Virginia en su motocicleta.

 

“Se realizaron entrevistas, allanamientos, requerimientos de cámaras de seguridad y otros actuados que permitieron identificar y dar con el sujeto”, señaló el fiscal departamental de Chuquisaca, Mauricio Nava Morales.

 

El cuerpo de Virginia fue encontrado la mañana del viernes en la zona de Khatalla Baja, camino a Huata, al norte de Sucre. Un transeúnte que caminaba por un sendero rural halló los restos esparcidos en una pendiente pronunciada.

 

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) recogió seis partes del cuerpo; una aún faltaba. De acuerdo con el informe policial, los restos habrían sido trasladados en una bolsa que se rompió al ser arrojada, provocando su dispersión.

 

La autopsia determinó que la causa de la muerte fue asfixia. El director departamental de la Felcc, coronel Rubén Díaz, informó que los cortes presentaban precisión y que el rostro de la joven fue hallado intacto.

 

Desde que se conoció el crimen, la Fiscalía y la Policía activaron la investigación. Las primeras hipótesis apuntaron a tres personas del entorno de la víctima: su enamorado, el novio de su hermana y un presunto acosador. Solo uno quedó aprehendido.

 

Según el fiscal del caso, Daniel Cruz, Virginia fue vista por última vez en el parque Bolívar. Aprovechando la confianza, el acusado la habría llevado a su habitación, donde ocurrió el crimen.

 

En el allanamiento se encontraron herramientas de corte, el teléfono celular y prendas de la víctima, además de material de estudio vinculado a anatomía. Posteriormente, se conoció que el sospechoso cursaba estudios de Enfermería.

 

El asesinato de Virginia fue tipificado como feminicidio. Es el segundo caso registrado en Chuquisaca en lo que va de 2025; el primero ocurrió en junio, en la comunidad de Llinfi, municipio de Sucre.