LA HAYA, HOLANDA (ANB / ABI).- Chile llegaba el sábado a La Haya, sede de la Corte
Internacional de Justicia (CIJ), para resellar la columna vertebral de su
ultraconservadora política exterior, conmovida por voces que, tras casi 140
años de rechazarlo, propugnan un arreglo definitivo con Bolivia basado en un
"canje territorial" por mar.
A horas de que partan los alegatos orales,
último capítulo de la fase procesal del juicio marítimo instaurado en la CIJ por
Bolivia a Chile en 2013, el presidente Sebastián Piñera admitió que la unidad
de su país en este tema "está un poco quebrada".
En el amanecer de su segundo mandato desde
2010, Piñera concedió que la reciente propuesta de establecer un "canje
territorial" con Bolivia que ha demandado a Chile ante la Corte
Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya para que La Moneda se avenga a una
negociación de buena fe y efecto vinculante para restaurar la cualidad marítima
boliviana "le causó daño a la estrategia chilena".
"Porque quebró un poco la unidad que
tenemos todos los chilenos en la defensa de nuestros intereses", afirmó a
horas de que partan los alegatos orales, último capítulo de la fase procesal
del juico marítimo que Bolivia y Chile ventilan en la CIJ desde 2013.
Desde que la CIJ comenzó a sustanciar el
juicio marítimo de Bolivia a Chile, en abril de 2013, el primer gobierno de
Piñera y el de su sucesora Michelle Bachelet mantuvieron la tónica tradicional
de La Moneda, en sentido de que ambos países nada tienen pendiente y que el
Tratado de 1904, que selló la frontera binacional como así la mediterraneidad
boliviana, es intangible.
"No estoy de acuerdo con las palabras
del senador Alejandro Guillier y sí creo que causo un daño" mantuvo el
jefe de Estado chileno.
"Siempre hemos estado de acuerdo en
buscar soluciones pero con compensaciones territoriales de manera que Chile no
pierda patrimonio territorial ni marítimo" dijo públicamente el senador independiente y excandidato
presidencial Alejandro Guillier, esta semana.
Las declaraciones de Guillier que
remecieron la política exterior de Chile, particularmente dura con Bolivia que,
fundada en 20 promesas de Estado formuladas durante 110 años y diluidas
sistemáticamente, promovieron una serie de cabildeos en que el nuevo canciller,
Roberto Ampuero, debió reconvenir incluso al ex candidato oficialista a la
Presidencia chilena.
"Lo primero que acordamos hoy es dar
una posición de país unitaria porque estamos todos en lo mismo Yo diría a la
prensa que colabore a dar una señal de que éste es un país unido frente a un
desafío de un país vecino que equivocó el camino", declaró Guillier tras
conferenciar con Ampuero que a tiempo de apoyar la tesis de un canje
territorial con Bolivia reseñó que ésa había una política del dictador Augusto
Pinochet en los años "70.
Apenas concluida la reunión de Ampuero y
Guillier, el senador conservador, Andrés Allamand, descartó que hayan
"voces disidentes" en la delegación chilena que se instala en La
Haya.
"Ha sido una conversación muy
provechosa, informativa. Hemos intercambiado diferentes opiniones sobre el tema
que nos ocupa. Siempre es importante escuchar distintas opiniones sobre todo de
personas experimentadas en asuntos de política internacional", matizó Ampuero,
a 2 días de la celebración de los alegatos orales en La Haya
El también excandidato presidencial, José
Antonio Kast, deploró sin nombrar a Guillier y pidió que "si los
parlamentarios no van a estar a la altura del debate sería mejor no
llevarlos".
Bolivia, que en 1879 resignó todo su
litoral de 400 km lineales y 120.000 km2 de territorios de desembocadura en el
mar Pacífico, demanda un paso soberano a mercador de ultramar.
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