UN PACIENTE DEBE ESPERAR 2 DÍAS PARA SER ATENDIDO

Viacrucis en la CPS

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Si usted está asegurado en la Caja Petrolera de Salud (CPS) y padece de alguna enfermedad o tiene alguna emergencia, debe esperar dos días para ser atendido por un médico, siempre y cuando consiga una ficha. A continuación le contamos la historia que observó Erbol.

Llegamos a las 10.30 de este viernes al Policonsultorio, ubicado entre las calles 20 de Octubre y Rosendo Gutiérrez de la zona de Sopocachi de la ciudad de La Paz, para hacer fila, como cualquier otro asegurado, y sacar una ficha a fin de acceder a la atención médica respectiva. A esa hora, ya había como unas 80 personas sentadas y paradas haciendo fila anticipadamente para obtener una ficha.

Hasta el 31 de marzo pasado las fichas se entregaban a partir de las siete de la mañana, pero por decisión de la administración regional de la CPS, desde el 1 de abril, el horario cambió a las dos de la tarde para que el paciente sea atendido un día después. Con el antiguo sistema uno sacaba su ficha en la mañana y era atendido ese mismo día y no tenía que esperar 24 horas para que un médico lo examine.

A medida que iba pasando las horas el espacio habilitado para la entrega de fichas –que tiene una superficie de más o menos 36 metros cuadrados– se fue llenando. ¿Dónde es la fila para la ventanilla uno? Preguntaba una señora embarazada. “El señor de chamarra café creo que es el último, pregúntele”; le respondió una joven madre que cargada en brazos a su bebé.

Pese a estar identificadas las ventanillas para la entrega de fichas con los números respectivos y las especialidades médicas, todo el que llegaba después de las 10 de la mañana debía preguntar cuál era el último de la fila a la que correspondía, porque los que arribaron temprano, para no permanecer parados por cinco o cuatro horas, habían ocupado las casi 60 sillas que hay en el lugar sin importar a qué ventanilla correspondía.

Para tratar de darle un poco de orden, una señora se paró de su sitio y dijo a todos los que estaban sentados y parados “nos anotaremos con bolígrafo números en orden correlativo en nuestras manos y así vamos a saber a qué fila correspondemos y quién es el último”.

La iniciativa fue muy bien acogida y todos empezaron a anotarse en su mano el número que les tocaba. Todo iba bien, hasta que llegó más gente, y no faltó uno que otro pícaro, que se apuntó un número que no le correspondía y causó una mayor confusión y caos al principio.

En las filas había mujeres embarazadas, personas de la tercera edad, gente con muletas, madres cargando a sus bebés, niños, hombres y mujeres que esperan que transcurra el tiempo. Algunos se llevaron un libro o una revista para leer, no faltó una que otra señora que portaba sus palillos y lana para tejar. A esas alturas todo era bueno a fin de pasar el tiempo y no aburrirse.

Era las 13.55 y finalmente abrieron las cortinas de las cuatro ventanillas y comenzó la entrega de fichas. Lo curioso de todo esto, es que quienes perdieron toda la mañana y parte de la tarde para sacar una ficha, recién podrán ser atendidos por un médico el lunes, es decir, deberán aguantar sus dolencias más de 48 horas.