ABUSO SEXUAL
EEUU (ANB / Información de ABC.es).- Los mensajes incluyen afirmaciones de que el presidente, entonces empresario, «sabía sobre las chicas» y había pedido a Ghislaine Maxwell «que parara», en referencia a la red de abusos sexuales.
La
publicación de una serie de correos electrónicos en los que Jeffrey Epstein
afirmaba que Donald Trump había pasado «horas en mi casa» con una de sus
víctimas sacudió este miércoles a Estados Unidos.
Los
mensajes, difundidos por los demócratas de la Cámara de Representantes,
incluyen afirmaciones incendiarias de que Trump, entonces empresario, «sabía
sobre las chicas» y había pedido a Ghislaine Maxwell «que parara», en
referencia a la red de abusos sexuales por la que Epstein fue condenado.
Poco
después de la difusión de los emails por los demócratas, los republicanos han
dado a puesto a disposición del público 23.000 documentos, un movimiento con el
que, aparentemente, buscan protegerse de posibles acusaciones de falta de
transparencia en este caso y evitar que sólo se filtren detalles de forma
sesgada.
El
escándalo amenaza con convertirse en uno de los grandes lastres del presidente,
que ya se enfrenta a divisiones internas en su propio partido por la gestión de
los archivos de Epstein y por el desgaste acumulado por este motivo durante su
segundo mandato.
La
publicación de estos mensajes reactiva un capítulo que el entorno presidencial
daba por cerrado y vuelve a situar el nombre de Trump junto al del financiero
condenado por tráfico sexual de menores.
No
ha habido de momento evidencias de que Trump abusara de menores o participara
de esa red se trata de blancas de Epstein. En estos correos Epstein dice que el
hoy presidente sí estuvo con una de las mujeres a las que él explotaba.
Trump
negó ya antes cualquier relación con la red de Epstein y calificó el caso de
«engaño» promovido por los demócratas. Ha insistido en que ambos fueron amigos
en los años noventa y principios de los 2000, pero que rompieron su relación en
2004.
En
declaraciones anteriores, sostuvo que expulsó a Epstein de su club de
Mar-a-Lago por haber «contratado» a masajistas del recinto, una de las cuales
habría sido Virginia Giuffre, quien asegura que Maxwell la reclutó para la red
de abusos siendo adolescente.
Los
correos, enviados entre 2011 y 2019, fueron seleccionados por el Comité de
Supervisión de la Cámara a partir de miles de documentos procedentes del
patrimonio de Epstein. Uno de ellos fue dirigido a Maxwell y otros dos al
escritor Michael Wolff.
En
el de abril de 2011, Epstein escribió: «Quiero que te des cuenta de que el
perro que aún no ha ladrado es Trump», y añadió que una víctima «pasó horas en
mi casa con él».
La
víctima con la que Trump habría pasado horas es Virginia Giuffre, según ha
reconocido la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, en rueda de prensa.
Giuffre, que se suicidió el pasado abril, dijo en el pasado dijo, en
declaraciones judiciales y en su biografía, que no vio a Trump participar en
las fechorías de Epstein, según informa Javier Ansorena.
En
otro correo, de enero de 2019, afirmó a Wolff: «Por supuesto que sabía sobre
las chicas, porque le pidió a Ghislaine que parara». Wolff escribió varios
libros biográficos de Trump, muy escandalosos por lo que revelaban. Epstein le
dio entrevistas para un proyecto, y hablaron unas 100 horas.
El
Comité aclaró que los correos fueron parcialmente censurados para proteger la
identidad de las víctimas y no precisó si los fragmentos difundidos formaban
parte de conversaciones más extensas. Según los demócratas, los mensajes
plantean «graves preguntas sobre lo que la Casa Blanca aún oculta y la
naturaleza de la relación entre Epstein y el presidente», en palabras del
diputado Robert Garcia, su principal portavoz en el comité.
Epstein
murió en prisión en 2019. Maxwell cumple una condena de 20 años por tráfico
sexual y conspiración. Los correos publicados datan de años posteriores al
acuerdo judicial de 2008 que permitió a Epstein evitar cargos federales y
cumplir solo 13 meses de prisión en Florida por solicitar prostitución.
«Deberías
dejarle colgarse solo»
En
otro intercambio, fechado en diciembre de 2015, Wolff advirtió a Epstein de que
CNN planeaba preguntarle a Trump sobre su relación durante un debate de las
primarias republicanas. Epstein respondió: «Si pudiéramos preparar una
respuesta para él, ¿qué crees que debería decir?». Wolff contestó: «Creo que
deberías dejarle colgarse solo. Si dice que nunca estuvo en tu casa, eso te da
una moneda política que puedes usar después».
La
revelación de estos mensajes llega en un momento políticamente delicado para la
Casa Blanca, en el final del prolongado cierre del Gobierno y de las
negociaciones para aprobar la ley que ponga fin al bloqueo. Los demócratas
aprovecharon la sesión para volver a exigir la publicación completa de los
archivos de Epstein, una demanda que el Ejecutivo ha rechazado hasta ahora.
La
difusión coincidió también con la inminente juramentación de la congresista
Adelita Grijalva, de Arizona, cuyo voto permitiría forzar una votación en la
Cámara sobre la divulgación de todos los materiales de la investigación. El
caso, más de dos décadas después de los primeros indicios de los abusos, vuelve
a proyectar su sombra sobre el entorno presidencial y amenaza con abrir una nueva
grieta política en Washington.

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