FÚTBOL INTERNACIONAL
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Los Tiempos).- De las lágrimas por fallar un penalti en la prórroga, a las risas después de ganar a Eslovenia en la tanda de penaltis, Cristiano Ronaldo tendrá una vida extra más en la Eurocopa gracias a la gran actuación de su portero Diogo Costa, que reinó en la tragicomedia de su compañero después de parar tres penas máximas en la tanda de penaltis y de salvar un mano a mano ante Sesko en el último instante de la prórroga.
Cristiano
se vio eliminado de la Eurocopa durante muchos minutos. Oblak, un muro
impenetrable, otro portero excelso que merece un monumento, frenó todos sus
intentos. El más intenso, en la primera parte de la prórroga, provocó el llanto
del inagotable futbolista portugués, que no contuvo sus emociones después de
fallar un penalti que habría evitado la lotería posterior desde los once
metros. Pero ahí apareció Diogo Costa, para rescatar a su compañero, que
después se atrevió de nuevo con una pena máxima que, esta vez, no falló.
A
Roberto Martínez no le tuvo que gustar nada el experimento de la última jornada
de la fase de grupos, en la que salvó alguna excepción, se enfrentó a Georgia
con un once plagado de teóricos suplentes. Perdió, la imagen rozó el desastre y
volvió a los orígenes, a su equipo más reconocible con el que triunfó en sus
dos primeros partidos de la Eurocopa. Los mismos que doblegaron a Turquía 0-3
aparecieron por el césped del Frankfurt Arena para terminar con la aventura de
la voluntariosa Eslovenia.
Entre
todos, estaba de nuevo Cristiano Ronaldo. El delantero del Al-Nassr lo ha
jugado casi todo. Sólo se perdió los últimos 25 minutos de la derrota ante
Georgia. Su ambición parece no tener límites y Roberto Martínez va con su
atacante a muerte. No le importan las críticas que deslizan que por muchos
goles que meta y por muy bien que se encuentre físicamente, sea un lastre para
el esquema de Portugal. El técnico del combinado luso apuesta por él y punto.
Y
como en los anteriores duelos, Cristiano volvió a sacar a la luz su ansiedad.
Aún no ha aplacado su voracidad insaciable durante la Eurocopa y necesita
celebrar un gol para calmarse. Es absolutamente necesario, porque si no le va a
dar un ataque. Contra Eslovenia, desde el primer segundo, demostró con un
exceso de histrionismo que quiere convertirse en el jugador de más edad en
marcar en toda la historia del torneo. Esas prisas y ese anhelo quizá contagió
a Portugal, en exceso revolucionado y siempre con la quinta marcha puesta. No
había pausa alguna. Todo funcionaba con demasiadas revoluciones.
Eslovenia,
parapetada atrás alrededor de Oblak, consiguió aguantar en la primera parte el
chaparrón luso y sólo inquietó a Portugal con un disparo de Sesko al límite del
descanso. Salió con vida y sin goles en contra porque su rival anduvo con la
puntería desviada. En ocasiones, no encajó por los milímetros que le faltaron a
Cristiano para rematar de cabeza dos intentos clarísimos; también, porque el
atacante portugués mandó por encima del larguero, muy cerquita, una falta desde
el borde del área; y Palhinha, sobre la bocina, cerró el carrusel de
oportunidades con un remate que besó la cepa del poste de Oblak.
El
paso por la caseta tranquilizó a Portugal, que abandonó su locura inicial por
un juego más pausado que tampoco funcionó. Solo Joao Cancelo, insistente y
desequilibrante por la derecha consiguió generar algo dentro del entramado
defensivo de Eslovenia, muy segura en su parcela de juego y a la espera de un
contragolpe que por los pelos no llevó a buen puerto Sesko, que lució su
poderío en velocidad ante Pepe para fallar frente a Diogo Costa.
Roberto
Martínez buscó la solución a tanto atasco con Diogo Jota y sin Vitinha, a quien
sacó del terreno de juego para afrontar la última media hora. Cristiano,
mientras, seguía entretenido en su mundo, intentando todo con cierto punto de
egoísmo acaparando faltas: las lejanas, las cercanas, las escoradas a la
izquierda o a la derecha. Todas, menos una que por lo menos fue contra el
cuerpo de Oblak, mal lanzadas. Y al final, cuando tenía que marcar, no marcó:
en el minuto 89, delante de Oblak, volvió a mandar la pelota contra el
eficiente portero de Eslovenia.
Tocaba
afrontar una prórroga que seguramente Portugal no esperaba. El plan de
Eslovenia seguía en pie, sólo que ahora tocaba alargar el duelo hasta los
penaltis con dos equipos que tenían el miedo metido en el cuerpo ante cualquier
error y por eso no ocurrió nada hasta la tragedia de la noche. Diogo Jota
provocó un penalti dudoso y Cristiano, por fin, vio la luz al final del túnel
con una oportunidad única. Agarró la pelota, nadie más podía lanzar el penalti,
y se lo paró Oblak.
Entre
lágrimas, se marchó al descanso de la prórroga. Se mascaba la tragedia para
Portugal. Su madre, en el palco, también lloraba desconsoladamente. Sus
compañeros besaban y abrazaban a un ídolo que parecía caído y que estuvo a un
paso de ni siquiera alargar el partido hasta los penaltis. Diogo Costa dio otra
bola de partido a Cristiano con una parada decisiva en un mano a mano ante
Sesko, el segundo que falló en un choque que se resolvió en los penaltis. En
ellos, otra vez, el portero de Portugal apareció para detener los lanzamientos
de Drkusic, Balkovec y Verbic. Entonces, Cristiano, respiró aliviado, calmó su
ansiedad y Francia espera en cuartos de final.
Ficha
técnica:
0.-
Portugal: Diogo Costa; Cancelo (Neves, min. 117), Rúben Dias, Pepe (Semedo,
min. 117), Nuno Mendes; Vitinha (Diogo Jota, min. 65), Palhinha, Bruno
Fernandes; Bernardo Silva, Cristiano y Rafael Leao (Conceiçao, min. 76).
0.-
Eslovenia: Oblak; Balkovec, Drkusic, Bijol, Karnicnik; Stojanovic (Verbic, min.
87), Cerin, Elsnik (Ilicic, min. 106), Mlakar (Stankovic, min. 74); Sporar
(Celar, min. 74) y Sesko.
Penaltis:
0-0: Drkusic, para Diogo Costa; 1-0: Cristiano; 1-0: Balkovec, para Diogo
Costa; 2-0: Bruno Fernandes; 2-0: Verbic, para Diogo Costa; 3-0: Bernardo
Silva.
Árbitro:
Daniele Orsato (Italia). Mostró cartulina amarilla a Drkusic (min. 32),
Karnicnik (min. 37), Stankovic (min. 101), Bijol (min. 106) y Balkovec (min.
107) por parte de Eslovenia y a Roberto Martínez por parte de Portugal (min.
112). Expulsó al seleccionador de Eslovenia Matjaz Kek (min. 106)
Incidencias:
partido correspondiente a los octavos de final de la Eurocopa de Alemania
disputado en el Frankfurt Arena ante cerca de 58.000 espectadores.
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