ACOMPAÑÓ LA CULTURA POPULAR
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / BBC Mundo).- "El beso de una mujer trans al dictador Hugo Bánzer, en pleno festival del del Señor Jesús del Gran poder, fue el principio de la revolución sexual en Bolivia".
La frase es de David Aruquipa
Pérez, académico boliviano que lleva varios años estudiando cómo en los
festivales populares de su país se inició la lucha por los derechos de la
comunidad LGTBQ+.
Y todo a partir de un personaje
mítico: la China Morena.
Como los grandes carnavales que
se celebran a lo largo del continente americano, el de Oruro y el Gran Poder en
el corazón de Bolivia, se destacan desde hace siglos por su colorido y
tradición.
Los famosos desfiles de la
"Diablada" o "Morenada" han sido fuente de inspiración para
la creatividad de los artistas que diseñan los trajes, vestidos, carrozas y
otros ornamentos que hacen parte del festejo.
Pero además de ser un centro de
ebullición de música y baile, estos festivales han servido asimismo como fuente
de distintas corrientes culturales y políticas en Bolivia.
El personaje de la China Morena,
un elemento especial del carnaval de Oruro, se convirtió en la vía perfecta de
entrada para una revolución que iniciaría el camino de un cambio social en las
décadas de los 60 y 70.
"La reversión de la China
Morena surgió como un modo de actuación radical, transformando el espacio
público en un escenario para personas con diversidad sexual", le explica
Aruquipa a BBC Mundo.
"Una historia que comienza y
termina con dos mujeres trans, que volvieron la fiesta popular un escenario
político por los derechos de la comunidad LGTBQ en Bolivia", agrega.
Aruquipa logró recuperar la historia
de estas mujeres y sus imágenes para crear una exposición llamada "El beso
de Barbarella", que se ha expuesto en museos como el MoMa en Nueva York y
la galería Auto Italia de Londres.
Pero, ¿cómo un personaje
tradicional de las fiestas populares se convierte en un instrumento de
revolución sexual?
El beso de Barbarella
Los desfiles de la
"Morenada" y la "Diablada" definen al carnaval más famoso
de Bolivia: el de Oruro, que se celebra cada año en los días previos al
miércoles de ceniza en la ciudad del mismo nombre.
"El término china sirve para
designar a la mujer. Por eso los personajes China Supay y China Morena son para
referirse a estos personajes en cada uno de estos desfiles", señala
"Pero las Chinas también
representan, entre los pecados capitales, la tentación de la carne (aquí ya
interviene la tradición católica de los conquistadores) o a la parte femenina
de la deidad", agrega.
Durante décadas, el papel de la
China Morena en el carnaval era representado por hombres heterosexuales que
vestían máscaras, faldas hasta los tobillos, trenzas largas y que se exhibían
en un baile especial.
Sin embargo, hacia finales de los
años 60, una mujer trans, Ofelia, decidió meterle mano a la tradición: le cortó
las mangas a los trajes, recortó el largo de la falda, pero sobre todo hizo algo
revolucionario: salió a la calle sin la máscara tradicional.
"Con esta aparición, otras
mujeres trans comienzan a hacer lo mismo", dice.
Una de esas mujeres era conocida
como Barbarella, quien aprovechando otro festival, el del Gran Poder -que se
realiza en La Paz durante el mes de mayo-, llevaría a cabo una de las acciones
que darían inicio a un gran cambio.
Aunque tomaría décadas para ver
el resultado.
"Durante la festividad del
Señor Jesús del Gran poder de 1974, Barbarella se sube al estrado donde está el
dictador Hugo Bánzer, aparta a los gendarmes y le da un beso al general. Era
una marica, como se les llamaba entonces, que le daba un beso al poder
represor", relata.
Por supuesto, la respuesta del
gobierno de entonces fue prohibir la presencia de mujeres trans y otras
expresiones de la diversidad sexual en las fiestas populares.
Con el tiempo, ya con Bánzer
fuera del poder, otras mujeres trans y líderes de la comunidad LGTBQ comenzaron
a realizar los mismos bailes y replicar la puesta en escena de los personajes
que habían realizado esas mujeres pioneras.
"Nosotros creíamos que
estábamos haciendo historia. Que éramos los primeros que nos atrevíamos a hacer
eso", anota Aruquipa.
"Pero los más viejos nos
dijeron que eso ya lo habían hecho otras mujeres trans. Y comenzamos a buscar
su historia", agrega.
Fue entonces cuando se
encontraron con decenas de fotos de la década del 60 y 70 de Ofelia, Barbarella
y otras mujeres en los desfiles de las fiestas populares.
Obra maestra de la humanidad
Con el tiempo, Aruquipa, quien
hizo parte los ministerios de culturas en Bolivia, fue llamado por la UNESCO
para valorar el aporte cultural de los festivales populares de Bolivia.
"El carnaval de Oruro y la
festividad del Gran Poder fueron declarados Patrimonio Inmaterial de la
Humanidad y fueron muy claros que la aparición de las China Morena, en la
versión de las mujeres trans, fue un factor fundamental para darle ese
título", señala.
El carnaval de Oruro fue inscrito
en este exclusivo listado en 2008.
Actualmente el personaje de la
China Morena incluye la reversión que le hizo Ofelia 60 años atrás, aunque
también conserva la tradicional forma con las máscaras, faldas y trenzas.
Con el material que logró
recuperar de decenas de entrevistas y recopilación de textos periodísticos,
Aruquipa escribió un libro, llamado "La China Morena: memoria histórica
travesti" donde documentó este proceso.
"Ese libro permitió conocer
el valor de la historia de Barbarella y de las otras mujeres, lo que hizo que
muchas más mujeres trans hicieran parte del desfile de la morenada".
"Barbarella hizo de La China
Morena, al mismo tiempo, un icono de la cultura popular, pero también de la
desobediencia de la comunidad homosexual", concluye.
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