IVIRGARZAMA, BOLIVIA (ANB / ABI).- Al grito de guerra ¡Causachum coca! ¡wañuchun yanquis!, que
lo instaló en el gobierno ahora hace 11 años, el presidente Evo Morales
proclamó el domingo en el Chapare, al conmemorar en multitudinario acto el
undécimo aniversario de la Revolución Democrática y Cultural que rige en
Bolivia, su lucha antiimperialista y reafirmó su vocación de concluir la obra
de su gobierno en 2025.
"Somos de un pueblo antiimperialista y
vamos a seguir luchando contra el imperio norteamericano (...) Estoy obligado a
someterme a (al mandato de) ustedes para seguir trabajando para nuestra querida
Bolivia", afirmó durante un encendido discurso en el estadio de fútbol de
Ivirgarzama, en el Chapare, bastión de su política, copado por decenas de miles
de sus adherentes, conmilitones, autoridades y ex autoridades, dirigentes
sociales y sus antecesores y labriegos indígenas venidos de diversos puntos del
país andino amazónico.
Proclamado la víspera como candidato del
Movimiento Al Socialismo (MAS, oficialista), para las elecciones generales de
finales de 2019, Morales se dijo de acuerdo con asumir el mandato del mayor partido de la historia
política de Bolivia, en presencia del vicepresidente de Venezuela, Aristóbulo
Istúriz.
El MAS y su Instrumento Político por la
Soberanía de los Pueblos (IPSP) resolvieron allanar 4 vías constitucionales para
canalizar la postulación de Morales en las elecciones presidenciales para el
período 2020-2025.
"Si el pueblo dice sí, Evo seguirá
con el pueblo para seguir garantizando esta revolución democrática y
cultural", afirmó el mandatario en el tramo final de su alocución.
El MAS planteó durante un recentísimo
congreso partidario postular a Morales como forma de enmendar la verdad
histórica, trastocada antes del referendo de febrero último, cuando perdió por
menos de un punto porcentual la consulta para habilitarse como candidato a las
elecciones de 2019.
El mandatario, que repasó los principales
logros de su gobierno desde enero de 2006, entre los que destacó la
nacionalización de los hidrocarburos, que dotó a Bolivia de autonomía económica
y propulsó su desarrollo, declaró al 18 de diciembre, por resolución de la
Asamblea Legislativa Plurinacional, Día nacional de la Revolución Democrática y
Cultural.
Morales volvió a arrostrar a la oposición
criolla y sus aliados foráneos sus estrategias, tales como el montado culebrón
de su relación sentimental con Gabriela Zapata y el presunto hijo de ambos,
cuya inexistencia falló finalmente la justicia, que incidió en la votación de
febrero.
"No tengo ningún miedo a la derecha.
La derecha qué propone: ¡nada!; qué quiere para (el año) 2025 (cuando Bolivia
celebrará 200 años de vida republicana): ¡nada!
Sólo sabe cuestionar y no proponer nada. (Comolo hizo el MAS desde su
posición de opositor antes de 2006"se rechaza y se propone", afirmó
el mandatario.
El jefe de Estado, ratificado como líder
absoluto del MAS, el sábado en la ciudad intermedia de Montero (este) donde
celebró su IX Congreso Extraordinario, volvió a llamar a su partido a la unidad
y a sostener los logros de su gestión.
"Importante la estabilidad política
que garantiza el crecimiento económico,
no sólo la estabilidad económica", dijo al subrayar que el inédito
desarrollo de Bolivia acusado entre 2006 y 2016, a contrapelo de los 180 años
anteriores, es obra de la simbiosis de sindicalistas y profesionales
bolivianos.
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