Lucha
antiterrorista
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| La canciller alemana, Angela Merkel, con los ministros de Defensa, Ursula von der Leyen, y de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier. Foto: AP. |
ESPAÑA (ANB / Fuente: El País, España).- Alemania ultima
la cobertura legal que le permitirá intervenir militarmente en Siria contra
Estado Islámico (ISIS).
El Consejo de
Ministros presentó en la mañana del martes una propuesta que un mes antes
parecía impensable, pero que los atentados de París del 13 de noviembre han
hecho posible.
El Gobierno
prepara una operación que contará con un máximo de 1.200 soldados –lo que la
convertiría en la más importante del Ejército alemán ahora en el extranjero- en
labores de reconocimiento, seguridad y logística.
Los efectivos
alemanes no participarán directamente en bombardeos, pero sí darán cobertura a
los ataques aliados.
La Cámara Baja
del Parlamento o Bundestag aún debe aprobar la propuesta del Gobierno, pero
este es un paso que se da por supuesto debido a la amplísima mayoría
parlamentaria de la que dispone la gran coalición
democristiana-socialdemócrata.
El debate se
celebrará este miércoles, y la votación podría tener lugar a finales de semana.
Con este paso, el
Gobierno de Angela Merkel se ve arrastrado a una guerra que promete ser larga
–pese a que la operación está limitada
inicialmente a un año, Andre Wüstner, el presidente de la asociación que
representa al Ejército alemán, considera que podría alargarse durante una década-
y en la que en principio no tenía previsto inmiscuirse.
Alemania ya
suministra armas y entrena a los “peshmergas” kurdos del norte de Irak, pero
esta será su primera intervención en el avispero sirio.
“La aportación
alemana se dirige a la lucha contra el terrorismo para apoyar especialmente a
Francia e Irak en su alianza contra el ISIS”, asegura el texto con el que el
Gobierno explica su decisión.
Nada más
producirse los ataques de París, Merkel mostró su apoyo incondicional a
Francia.
Poco después,
Berlín anunció que enviaría 650 soldados a Malí para descargar a Francia de sus
actividades en el oeste de África con la intención de que pudiera centrarse en
la “guerra” que, según las palabras del presidente François Hollande, libra
contra el ISIS. Merkel, que no ha usado la palabra guerra, accedió a las
peticiones de París de ampliar su ayuda también al frente sirio y dio el visto
bueno a una operación que consta de media docena de aviones Tornado, una nave
nodriza para suministrar combustible a los bombarderos y una fragata de apoyo
al portaaviones francés Charles de Gaulle.
La intervención
militar va acompañada de los esfuerzos diplomáticos para lograr una paz
duradera en Siria.
Berlín, como sus
aliados occidentales, sigue descartando colaborar con el presidente Bachar el
Asad, al que consideran corresponsable de la tragedia que vive el país.
Pero la necesidad
de centrar la lucha contra los yihadistas del ISIS ha relajado el tono.
El Gobierno
alemán no descarta ahora colaborar con el Ejército del régimen sirio siempre
que El Asad haya abandonado el poder y dirija el país un Gobierno de
concentración nacional.
"No habrá
cooperación alguna con las tropas bajo el mando de El Asad”, ha dicho la
ministra de Defensa alemana, Ursula von der Leyen, en la emisora
Deutschlandfunk.
"No
cooperaremos con responsables que tienen sus manos manchadas de sangre",
ha añadido.
La postura de
Berlín se acerca a la manifestada recientemente por el ministro de Asuntos
Exteriores francés, Laurent Fabius.
Tratan así de que no se repita el error
cometido en Irak, país en el que la insistencia occidental en purgar todos los
elementos del régimen de Sadam Hussein facilitó la descomposición del Estado y
la aparición de grupos terroristas como el ISIS.
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