CASO BARCAZAS: INTENTAN SALVAR CON $US8 MM UNA INVERSIÓN DE $US30 MM

Se evitó el remate y ahora están en negociaciones

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El ministro de Defensa, Reymi Ferreira, aseguró hoy que las barcazas chinas no están perdidas porque se evitó su remate después de que se retomaron las negociaciones por la vía de la conciliación y, además, estimó que con ocho millones de dólares se puede salvar la inversión de 30 millones de dólares que se destinó para este proyecto.

La autoridad explicó que el Gobierno hizo una oferta de tres millones de dólares a la empresa china que almacenó las 16 barcazas por casi cinco años, pero la pretensión inicial de esa compañía, por el almacenaje, era de seis millones y medio de dólares, lo cual tras la primera reunión de conciliación, que sostuvieron en mayo pasado, se redujo a cuatro millones y medio.

“Pero hasta ayer, había la posibilidad de que esa cifra disminuya (mucho más porque una nueva delegación boliviana fue a negociar otra vez hasta China) y al retorno (de esa comisión) tendremos la cifra final, que luego pondremos a consideración de las instancias correspondientes”, detalló.

Por otra parte, el Ministro dijo que en el caso de los dos remolcadores-empujadores, éstos se encuentran inconclusos y en esa primera reunión de conciliación que sostuvieron en China, se hizo la inspección llegando a constatar  que recién tienen un 70% de avance.

Agregó que el astillero donde en este momento están ubicados los remolcadores, también pide otro millón de dólares por el traslado y por la defensa legal que hicieron, además solicita cuatro millones para terminar de construir esas dos embarcaciones.

Entonces “en total, si es que  esto se llegara a concretar, estamos hablando de por lo menos ocho millones de dólares, cifra que el Gobierno boliviano no lo tiene y aunque lo tuviera tampoco daría porque esas barcazas ya fueron pagadas y la posición definitiva del Gobierno es que del TGN no va salir ni un solo centavo (más)”, aseveró.

La autoridad gubernamental resaltó que se necesita mínimamente esos ocho millones para  terminar de construir los dos remolcadores y finalmente salvar del remate las 16 barcazas.

“Pero aquí hay un tema, si por salvar una inversión de 30 millones hay que buscar (otros) ocho millones, diez millones, o no hay que hacerlo, (porque yo creo que) es muy riesgoso, pero (...) lo vamos hacer”, aseveró.

En ese sentido, el ministro Ferreira se puso a buscar otras alternativas y tiene dos empresas (una venezolana y otra también China)  que están dispuestas en convertirse en socios estratégicos de Empresa Naviera Boliviana (Enabol) y terminar de pagar los recursos que se requieren para tratar de recuperar la millonaria inversión que técnicamente se dio por perdida en mayo pasado.

Ese pago adicional lo harían esas empresas a cambio de “hacer una sociedad anónima mixta o una sociedad de emprendimiento compartido público privado, con participación mayoritaria del Estado”, explicó el Ministro.

Sin embargo, aclaró que esa sociedad mixta con una empresa extranjera sólo se podría hacer para recuperar las barcazas, porque para el tema de los remolcadores, la Corporación de las Fuerzas Armadas para el Desarrollo Nacional (Cofadena) está dispuesta a invertir sus recursos.

“Cofadena tiene recursos y puede participar sin necesidad de socios extranjeros en la terminación de los empujadores para finalmente traerlos a Bolivia y  eso es prácticamente parte de un compromiso”  que ya se definió, anunció la autoridad gubernamental.

El Ministerio de Defensa, por instrucción del presidente Evo Morales, está haciendo todos los esfuerzos necesarios para recuperar la inversión de 30 millones de dólares que se hizo para las 18 embarcaciones que nunca llegaron al país por una serie de irregularidades que cometieron anteriores autoridades encargadas de la ejecución de esta iniciativa.

Ferreira apuntó que esta inversión es muy importante para el país porque es parte de una necesidad  estratégica, que el país intenta concretar para el uso de la Hidrovía como una alternativa de salida al Océano y así dejar de depender de Chile, donde cada vez que se registra un conflicto, las exportaciones del país se ven perjudicadas.