EXJUEZA REVELA QUE RODAS, RIVERA Y VILLEGAS LE PIDIERON EXTORSIONAR

Debía exigir dinero a implicados en caso Terrorismo II

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La exjueza de Instrucción Penal del distrito de El Alto, Yenny Prado, reveló que los exabogados del Ministerio de Gobierno, Fernando Rivera, Dennis Rodas y Boris Villegas, le pidieron extorsionar a cinco acusados del caso Terrorismo II, con 50 mil dólares a cada uno, para favorecerlos en el proceso.

Prado recordó que, entre finales de 2010 y comienzos de 2011, recibió la visita de los tres juristas. Ellos le anunciaron que el caso Terrorismo II caería en su Juzgado, porque otros jueces habían sido recusados.

           

En esa reunión, le plantearon lo siguiente: “Como eres camba, los conoces (a los implicados en el caso). Te vas a entrevistar con ellos para que no se les imponga medidas cautelares, como la detención preventiva”, según la exjueza.

Los abogados le manifestaron que a cambio de esa concesión pida dinero. “Me dijeron que, como eran cinco las personas implicadas, que cobre 50 mil dólares a cada uno, que me quede con 20 mil y les entregue 230 mil dólares”, relató.

Prado aseguró que no accedió a realizar la extorsión, pero el grupo de abogados le siguió llamando por teléfono para preguntarle si ya había hablado con acusados en el caso Terrorismo II o sus familiares.

El caso efectivamente recayó en su Juzgado, sin embargo, la profesional afirmó que estuvo poco tiempo en conocimiento del mismo porque las recusaciones fueron resueltas y el proceso volvió a La Paz.

Luego, el 7 de abril de 2011, Prado indicó que recibió una llamada del Ministerio Público para informarle que la estaban designando coordinadora de la Fiscalía de Santa Cruz. Entonces viajó a la capital oriental para reunirse con Isabelino Gómez, quien era Fiscal Departamental.

En ese encuentro, Gómez le confirmó a Prado la designación y le dio un objetivo: “meter presa a la gente de la Nación Camba y coadyuvar para meter presa a la gente que quería dividir a Bolivia”. No obstante, ella aseveró que no aceptó el cargo porque aún continuaba ejerciendo como juez.

Dennis Rodas, Fernando Rivera, Boris Villegas e Isabelino Gómez fueron detenidos acusados de pertenecer a la “red de extorsión”, que fue descubierta luego que el estadounidense Jacob Ostreicher denunciará que le habían pedido dinero para dejarlo en libertad.

Ellos, desde el Ministerio de Gobierno, impulsaron el caso Terrorismo I, en el cual se procesa al grupo de Eduardo Rózsa y sus vínculos. En el caso Terrorismo II se investiga a los financiadores del abatido en el hotel Las Américas.

     

Su detención

Poco después de su encuentro con Gómez, el 6 de julio de 2011, Prado fue detenida por supuestamente haber liberado a ocho delincuentes. Aseguró que la acusaron Rivera, Rodas y Villegas. Indicó que estaban designadas dos fiscales mujeres para su caso, pero la imputación y el proceso estuvo a cargo de Humberto Quispe, ahora destituido del Ministerio Público con múltiples denuncias en su contra.

De acuerdo a reportes periodísticos de la fecha, Rivera en efecto fue parte acusatoria y Quispe fue el fiscal que pidió 15 años de prisión para la exjueza.

   

La mujer fue llevada a la cárcel de Miraflores y luego a un penal de Oruro, donde pasó un año y 7 meses en régimen cerrado. “Compartía el baño con hombres, me tenía que bañar con el riesgo de ser abusada sexualmente”, lamentó.

Prado explicó que los hombres a los cuales supuestamente había liberado siguen en la cárcel, e incluso uno de ellos murió en 2007.

En diciembre de 2012, los miembros de la “red de extorsión” fueron aprendidos. La exjueza afirmó que una semana después fue liberada y el Ministerio de Gobierno levantó los cargos.       

Ella sostuvo que su detención fue una represalia por no seguir los dictámenes de Rivera, Rodas y Villegas.

Aseveró que, mientras era jueza, fue convocada en forma constante al Ministerio de Gobierno para incluirla en el “cambio de la estructura del Órgano Judicial, para ser una persona comprometida y trabajar directamente con el Ministerio”. Agregó que eso “significaba obedecer las órdenes de Fernando Rivera, Dennis Rodas y Boris Villegas”. Ella no quiso.