PATACAMAYA PIONERO EN NORMATIVA QUE ESTABLECE USO DE SEMILLAS CERTIFICADAS EN LA PRODUCCIÓN

PATACAMAYA, BOLIVIA (ANB / ABI).- El municipio de Patacamaya, en el departamento de La Paz, es el pionero en la aprobación de una norma que incentiva el uso de semillas certificadas en la producción, para garantizar la seguridad alimentaria y generar ingresos económicos para las familias que se dedican a esa actividad.

    De acuerdo con una nota institucional, el alcalde Esteban Laura aprobó en septiembre la norma, que es una experiencia piloto impulsada por el proyecto 'Semillas Andinas', ejecutado por el Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), a través del Instituto Nacional de Innovación Agropecuaria y Forestal  (INIAF), y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

    Esa norma establece que toda iniciativa de apoyo al sector agrícola, sean estas de la cooperación internacional, gubernamental, fundaciones, ONG?s, programas, proyectos, u otros, debe ser con semillas certificadas.

    Diversos trabajos de investigación y de validación de tecnologías han demostrado que sólo el uso de semilla certificada garantiza un incremento en la producción del 30%, lográndose mayores incrementos si se aplican buenas prácticas agrícolas, además, el uso de semilla certificada garantiza una mejor germinación y desarrollo del cultivo, una producción más homogénea, pureza varietal y sobretodo sanidad.

    La producción y uso de  semilla de calidad en la zona alto Andina de Bolivia es muy baja en comparación a la producción y uso de este insumo en el oriente boliviano; según datos  proporcionados por el INIAF en 2012 la producción total de semilla certificada en el país  fue de 95,102 toneladas, donde  el 83,78% corresponde al departamento de Santa Cruz, mientras que en la zona alto Andina, sumados La Paz (1,29 %), Oruro (0,04 %) y Potosí (2,92 %) la producción no llegó ni al 5% del total, el porcentaje restante lo tienen los departamentos de Tarija, Chuquisaca, Cochabamba y Gran Chaco.

    Este hecho se debe a una falta de cultura de uso de semilla de alta calidad en la región Andina, que repercute en los bajos rendimientos, afectando a la seguridad alimentaria y a la generación de ingresos económicos de las familias productoras.