Llorenti
a Villegas:
SANTA CRUZ, BOLIVIA
(ANB / Erbol).- El
exdirector de Régimen Interior, Boris Villegas, reveló a dos fiscales que
investigan el Caso Chaparina -desde el Penal de Palmasola- que el exministro de
Gobierno, Sacha Llorenti, dio la orden para reprimir a la VIII marcha Indígena
del TIPNIS y que había que “armar un show” con policías heridos.
La
decisión adoptada debía “cumplirse sí o sí” con las consecuencias políticas
previsibles y que los participantes del operativo recibirían premios, según una
nota de El Deber.
La
determinación de la represión de uniformados fue transmitida por Villegas a la
tropa policial que se encontraba en Chaparina, luego de los forcejeos que hubo
el 24 de septiembre donde estuvo canciller David Choquehuanca.
“Los
oficiales allí reunidos expresaron su malestar con esta orden, tanto así que
Farfán y mi persona salimos al patio para comunicarnos con Llorenti. Fue
enfático (Sacha) al señalar que esa orden debería cumplirse sí o sí esa noche,
con las consecuencias políticas que ello acarrearía...”, dice Villegas.
El
actual embajador de Bolivia ante la Organización de Naciones Unidas había
manifestado reiterativamente que ni él ni el presidente Evo Morales ni el
vicepresidente Álvaro García Linera habían dado la orden de reprimir a los
indígenas defensores del Territorio indígena Parque Nacional Isiboro Sécure
(TIPNIS).
Llorenti
declaró a la prensa que hubo “ruptura de cadena de mando” y es más, la Fiscalía
lo excluyó del caso.
Show con policías
Boris
Villegas, acusado en el Caso Red de Extorsión, reveló el 1 de agosto que en el
Caso Chaparina, el exministro Llorenti promovió un “show mediático” con
policías heridos para justificar la represión.
“Busca
a los que están más jodidos, 5 o 6 policías y embarcarlos en el mismo avión con
el canciller. Yo le dije que eso no era necesario... No importa, es necesario
que hagamos show, yo voy a mandar ambulancias para que los recojan y tal
cometido fue cumplido... En pleno aeropuerto Llorenti y el canciller dieron una
conferencia de prensa consiguiendo el respaldo a la acción del Gobierno y el
repudio internacional a los marchistas que supuestamente habían secuestrado a
(David) Choquehuanca”, asegura.
Antes
del operativo de represión, el Gobierno había dispuesto el envío de vehículos
de transporte interdepartamental para trasladar a los indígenas hacia sus
lugares de origen.
Erbol,
a través de fuentes militares, conoció del viaje no autorizado de un avión
Hércules perteneciente a la Embajada de Estados Unidos hacia San Borja con
idéntico motivo, pero que después tuvo que suspenderse por “las consecuencias
diplomáticas”.
Participación de militares
Boris
Villegas –en su declaración ampliatoria ante los fiscales en Palmasola-
confirmó que en la marcha indígena fueron infiltrados militares. Más antes se
conoció la presencia de policías vestidos de civil.
“Debo
informar que me llevé una sorpresa llegando a Yucumo, porque también encontré
que la marcha estaba infiltrada, monitoreada y seguida por Inteligencia
Militar. Desconozco qué autoridad ordenó su presencia y seguimiento. Yo no
sabía quiénes eran los infiltrados, solo sabía de los reportes que ellos
pasaban para la evaluación y toma de decisiones”, indica.
Villegas
había solicitado ampliar su declaración en el caso Chaparina y para ello se trasladaron
hasta Santa Cruz los fiscales Patricia Santos y Roger Velásquez.
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