CIENCIA GLOBAL
ESPAÑA (ANB / Información de DW Noticias).- El secreto familiar del que nadie habla: el hijo preferido. Contrario a lo esperado, tanto madres como padres mostraron preferencia por las hijas, reveló un estudio internacional.
Es
uno de esos secretos familiares que nadie se atreve a mencionar en voz alta,
pero la ciencia acaba de confirmarlo: muchos padres sí tienen un hijo favorito.
Un
nuevo estudio publicado en Psychological Bulletin no solo confirma esta
incómoda realidad, sino que revela resultados interesantes: mientras que los
hijos más responsables y sociables tienen, previsiblemente, más probabilidades
de ser los favoritos, sorprende descubrir que existe una preferencia general
hacia las niñas.
Para
el estudio se evaluaron 30 investigaciones y bases de datos sobre el tema. El
experto alemán Martin Diewald de la Universidad de Bielefeld elogia el estudio,
aunque dice que los resultados deben interpretarse con cautela debido a la
complejidad de los procesos familiares.
"Durante
décadas, los investigadores han sabido que el trato desigual de los padres
puede dejar efectos duraderos en los niños", asegura el autor principal
Alexander Jensen de la Universidad Brigham Young en Provo, estado de Utah, EE.
UU. "Este estudio nos ayuda a entender qué niños tienden a ser
favorecidos, lo cual puede tener efectos tanto positivos como negativos",
se lee en un comunicado de prensa de la Asociación Estadounidense de
Psicología.
Poca
investigación sobre tipos de hijos favoritos
Según
los estudios, las personas que fueron favorecidas en la infancia por sus padres
tienden a ser psicológicamente más estables. También tienen más éxito
profesional, relaciones de pareja más duraderas y menos problemas de
comportamiento. Sin embargo, qué niños tienden a ser preferidos ha sido poco
investigado hasta ahora, escriben Jensen y McKell Jorgensen-Wells de la Western
University en London, Ontario, Canadá.
Para
investigar esto, el dúo analizó estudios y bases de datos con casi 20.000
participantes, principalmente de EE. UU. y Europa Occidental. Consideraron,
entre otros factores, el orden de nacimiento, el género y los rasgos de
carácter.
Efectos
ligeros pero visibles
Martin
Diewald elogia el estudio como "bien hecho". "A diferencia de
otros trabajos, aquí no se compararon niños de diferentes familias, sino
hermanos reales", explica el sociólogo.
Los
investigadores pensaron inicialmente que las madres tenderían a favorecer a las
hijas y los padres a los hijos, pero los resultados los sorprendieron. Según el
análisis, los padres tienden a preferir a las niñas sobre los niños, y esto aplica
no solo para las madres sino también para los papás. De los rasgos de
personalidad evaluados, los niños concienzudos, es decir, responsables y
organizados, también parecían recibir un trato más favorable, posiblemente
porque los padres los encuentran más fáciles de manejar.
En
ambos casos, los efectos son solo ligeros, aunque los padres deberían ser
conscientes de esto, señala el estudio.
Jensen
se mostró sorprendido de que la extraversión no se asociara con el favoritismo.
"Los estadounidenses parecen valorar especialmente a las personas
extravertidas, pero dentro de las familias puede que importe menos",
explicó.
En
cuanto al orden de nacimiento, los padres eran más propensos a dar mayor
autonomía a los hermanos mayores, posiblemente porque eran más maduros.
Los
niños sociables facilitan muchas cosas
"Los
padres hacen diferencias, a menudo inconscientemente", explica Diewald,
quien no participó en el estudio. "Y los padres desarrollan una relación
más cercana con los niños sociables, porque esto hace muchas cosas más
fáciles."
Sin
embargo, el experto enfatiza que esto no significa que los padres amen menos al
resto de sus hijos, y da un ejemplo: los padres pueden apoyar especialmente a
un hijo aparentemente desfavorecido (por ser más débil o menos talentoso) para
darle las mismas oportunidades de vida.
El
trato desigual a menudo es inconsciente
Sin
embargo, los hermanos no deben percibir esto como una desventaja. Una
percepción de postergación puede tener consecuencias de por vida, por ejemplo,
en la autoestima, dice Diewald. Esto puede manifestarse, entre otras cosas, en
las relaciones de pareja.
Los
niños deben saber que el trato desigual puede ocurrir inconscientemente.
"Los sentimientos de agravio a menudo no son intencionales", enfatiza
Diewald. "La mayoría de las veces, los padres intentan ser justos con sus
hijos".
Para
evitar malentendidos, deberían hacer su comportamiento transparente hacia sus
hijos. El autor principal Jensen también enfatiza este aspecto: "Lo
crucial es asegurarse de que todos los niños se sientan amados y
apoyados".
Los
investigadores señalan que, al ser un estudio correlacional, no pueden
establecer las causas exactas del favoritismo parental, aunque sí identifican
áreas donde los padres deberían prestar más atención a sus interacciones con
los hijos.
FEW
(dpa, Psychological Bulletin, Asociación Estadounidense de Psicología)
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