OCURRIÓ LA NOCHE DEL SÁBADO
PANDO, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La histórica activista por los derechos humanos Amparo Carvajal ha dejado esta noche la vigilia instalada hace 51 días, tras haber recuperado la sede principal de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (APDHB) en La Paz, tomada por afines al partido de gobierno.
La lucha por conservar la sede
había alcanzado apoyo y notoriedad nacional e internacional, tomando en cuenta
que Carvajal es una religiosa y ciudadana española que llegó en la década de
los 70, justo cuando en Bolivia estaba en boga las dictaduras militares.
Varios fueron los intentos por
convencerla para que abandone la vigilia que cumplió, inicialmente, sobre la
calle y luego desde la terraza a donde subió por una escalera metálica
sorprendiendo a los efectivos policiales que se había apostado durante 51 días
para, supuestamente, evitar enfrentamientos pero que tampoco permitían que se
abran las puertas de acceso principal.
Con su presencia, ya en la
terraza, Carvajal hizo más notoria su vigilia, mientras el apoyo nacional a su
causa era cada vez más evidente, así como también la presión hacia el gobierno
para que hiciera cumplir una acción de amparo constitucional que concedió la
tutela para que el grupo adversario la dejara de hostigar y le permita circular
libremente en los interiores de la Asamblea, para que incluso tenga acceso a
los sanitarios.
Se conoce que hubo intensas
gestiones desde el Consulado de España, no solo ante la inclaudicable Amparo
Carvajal, sino también ante el gobierno cuyos afines, a la cabeza de Edgar
Salazar, tuvieron también que abandonar las instalaciones donde abrieron un
piquete de huelga de hambre en señal de resistencia a las resoluciones
judiciales.
Tanto Carvajal como los
eventuales “avasalladores” abandonaron las instalaciones sin conocerse si de
por medio existió un acuerdo para el desalojo simultáneo. Mientras Carvajal
bajaba de las gradas principales, los seguidores de Salazar salían antes por la
misma puerta, portando sus camas y otros medios que les permitió cumplir la
huelga de hambre.
La sonriente mirada de la octogenaria
activista alegró a los que la acompañaron desde la calle y salió en medio de
vítores que señalaban ¡Amparo de Bolivia! ¡Amparo de Bolivia! Sus seguidores
estallaron en júbilo por lo que consideran una de las luchas más duras, no solo
por los 84 años de edad, sino por los 51 días de aguante en medio del frío y la
incomodidad de estar durmiendo sobre el suelo por las noches y en el día estar
sentada en la terraza hacia la calle, además de la fortaleza de sus mensajes de
consecuencia por conservar la sede principal de los DDHH que ella misma fundó
en la década de los 70.
Las movilizaciones de varias
instituciones públicas apuntaban a exigir que se conserve el estado de salud de
Amparo Carvajal. Lo que no fue informado hasta el momento, es si más adelante
habrá alguna reunión para resolver la presidencia de la Asamblea Permanente de
Derechos Humanos.
Por un lado, Carvajal asegura
haber sido elegida en marzo de este año en un Congreso Ordinario con presencia
de todas las direcciones departamentales, mientras que Edgar Salazar sostiene
lo mismo, aunque su postura fue descalificada y tachada por su intención de
tomar a la fuerza una institución y actuar a favor del gobierno del MAS.
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