POTOSÍ: HAY 535 COMUNIDADES DAMNIFICADAS POR SEQUÍAS

Rige situación de emergencia

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- La Gobernación de Potosí a través de la Unidad de Gestión de Riesgos, confirmó este sábado que al menos 535 comunidades fueron damnificadas por la sequía hidrológica y la sequía agrícola, afectando a 24 mil familias que enfrentan problemas por la baja en el rendimiento productivo.

El director de Gestión de Riegos, Fernando Elías, informó que el calendario meteorológico comienza en octubre y termina en abril, tiempo en el cual hubo un déficit de agua, lo que derivó en una sequía agrícola. 

Dijo que si bien no está en riesgo la seguridad alimentaria, hay un déficit en el rendimiento productivo que fue agravado por los vientos y heladas producidas entre enero, febrero, marzo y abril que produjo una sequía agrícola.

Explicó que estos fenómenos producen una sequía agrícola por el bajo rendimiento, otra hidrológica por la escasez de agua y una tercera, la sequía socioeconómica que afecta a las familias de manera directa porque incide en la economía del productor.

Elías precisó que hay 29 municipios declarados en emergencia y dos están bajo declaratoria de desastre que corresponde a las poblaciones de Llica y Tupiza. Indicó que para atención al ganado, se activó un plan de contingencia para aprovisionar un alimento suplementario ante la falta de forraje.

Por ese motivo en días pasados, el gobernador Juan Carlos Cejas emitió el Decreto Departamental 157/2017, que declara a Potosí en situación de emergencia para movilizar 5 millones de bolivianos destinados a mitigar las consecuencias del cambio climático que viene desde octubre del año pasado.

Anunció que en cuanto la capacidad técnica y económica sea rebasada, la Gobernación puede ingresar a una asistencia concurrente para entregar alimentos, vituallas y otros para reactivar la economía y en caso de que la Gobernación agote su capacidad, puede recurrir al Gobierno Central.

Sin embargo, mientras no se rebase ambas capacidades, la Gobernación mantiene su plan integrado para enfrentar fríos, heladas, nevadas y vientos fuertes que vendrán en los meses julio, agosto y septiembre. Entre tanto, evalúa nevada extraordinaria que cayó en las últimas semanas de mayo y que derivó en la declaratoria de emergencia.