Argentina
Toma de un momento de la avalancha. Foto/captura de pantalla |
BUENOS AIRES, ARGENTINA (ANB / Tomado de El Pais España).- Al menos dos fallecidos, 11 heridos -tres de ellos en
terapia intensiva- y miles de rumores. Ese es el saldo conocido hasta ahora de
lo ocurrido en la ciudad de Olavarría (a 355 kilómetros de Buenos Aires) en
ocasión de un nuevo show del Indio Solari y su banda, Los Fundamentalistas del
Aire Acondicionado. Las primeras versiones hablan de una avalancha ocurrida en
el sector más cercano al escenario que, a pesar de ser advertida por el propio Solari,
no pudo controlarse a tiempo y habría ocasionado los decesos.
La
fiscal Susana Alonso fue quien los confirmó en diálogo con la prensa, en
momentos en que se especulaba hasta con una decena de muertos. Cerca del
mediodía del domingo se conoció el informe forense que reveló que las dos
personas murieron por un paro cardiorrespiratorio traumático y uno de ellos,
identificado como Fernando Javier Leon, presentaba un trombo embolismo
pulmonar. Los investigadores deberán determinar cuál fue el hecho que ocasionó
los traumas.
El
predio La Colmena, acondicionado para la realización del show, tiene 180.000
metros cuadrados, lo que sugiere un aforo para aproximadamente 200.000
personas, el mismo número que el Indio Solari convocó a Tandil (a 400
kilómetros de Buenos Aires) hace un año. Sin embargo, esta presentación traía
encima un halo de misticismo aún mayor al acostumbrado, dado que al artista de
68 años lo aqueja el mal de Parkinson, por lo que podría ser su última
presentación en vivo.
El
ingreso de los micros y automóviles a la ciudad de 150.000 habitantes fue
ordenado y sin contratiempos. Lo mismo ocurrió con el acceso al predio, aunque
fue llamativo que casi no hubo control de entradas y el cacheo fue demasiado
liviano. El show se inició con apenas 40 minutos de retraso. Pero la calma
duraría poco.
Visiblemente
molesto y frustrado como pocas veces antes, Solari detuvo el concierto luego
del tercer tema, al vislumbrar problemas entre la multitud. “Deben estar
borrachos, no los pisen”, dijo el músico, que, después de que se encendieran
las luces y ante la magnitud del amontonamiento pidió la presencia de miembros
de la Defensa Civil, una presencia que tardó demasiado en llegar. Incluso,
solicitó la ayuda de los presentes que, en forma obediente dieron algunos pasos
para atrás con el fin de descomprimir la zona en cuestión. La interrupción duró
cerca de 10 minutos en los que las luces del público se mantuvieron encendidas
y los micrófonos evidenciaron discusiones entre el artista y la organización.
“Tengan
cuidado. Habíamos quedado en eso. Estuvimos hablando toda la semana que iba a
venir mucha gente. Hay 200 y pico de mil personas y son diez por los que
estamos teniendo quilombo (incidentes)”, dijo Solari en medio de la
postergación. La propia fiscal, apoyada en imágenes aéreas, dijo que, en
realidad, había 400.000 asistentes. Las avalanchas continuaron y el show
también. La organización barajó la posibilidad de suspender el show en forma
definitiva pero evaluaron que eso desataría serios incidentes. Entonces, el
recital continuó, aunque la atención de todos los presentes -incluido el propio
Solari- estaba en otro lado. Tras casi dos horas, el show concluyó y la
multitud se vio obligada a salir por un sólo sector que, en forma inexplicable,
estaba tapiado con fenólicos.
Los
900 policías dispuestos por la comuna y los 1.300 guardias privados brillaron
por su ausencia. Algunos presentes también denunciaron que había pocas
ambulancias dispuestas para la atención de los primeros auxilios. En otras
palabras, la ciudad entera y la organización del espectáculo se vieron
desbordados y en horas del mediodía, se produjeron incidentes y saqueos cerca
de la zona de la terminal de autobuses, producidos por aquellos fanáticos que
quedaron varados en medio del caos. Todos esperaban la palabra del intendente
Ezequiel Galli.
El
jefe comunal finalmente habló pasado el mediodía en el Hospital Municipal Dr.
Héctor M. Cura, donde se alojaban los internados. Pidió responsabilidad en la
comunicación, dio la confirmación oficial acerca de los fallecidos y afirmó que
ambas muertes se produjeron dentro del predio. “La responsabilidad del
municipio fue controlar la calle y el sistema de salud, que no colapsó en
ningún momento.
Todo
el equipo ha trabajado de una manera impecable en ese sentido. La situación se
fue de las manos porque realmente no se esperaba tanta gente. Siempre se habló
de 180.000 y fue impresionante lo que pasó. Las condiciones de seguridad de la
salida estaban previstas para 170.000 personas. Todo en la ciudad estaba
preparado para la mitad de la gente que había”, agregó Galli.
Y
cerró: “Lamento profundamente que lo que tenía que ser una fiesta terminó
siendo lo que fue. Si bien no tenemos responsabilidades legales con los
fallecidos me siento responsable y por eso estoy acá, poniendo el pecho y la
cara como siempre lo hice y siempre lo voy a hacer. La responsabilidad de la
producción la determinará la justicia”.
TOMADO
DE EL PAIS
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