MORALES OXIGENA SU GABINETE Y ACICATEA LA GESTIÓN EN BOLIVIA

Por Coco Cuba

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El presidente Evo Morales oxigenó el lunes su gabinete con profesionales afines al proceso de cambio que impulsa hace 11 años en Bolivia, cuya economía en levante apuntaló con la creación del Ministerio de Energía en la perspectiva de convertir al país en el centro energético de Sudamérica en la siguiente década.

    Contra todo pronóstico, el mandatario designó al intelectual aymara, Fernando Huanacuni Mamani, en la cartera de Relaciones Exteriores, en reemplazo del hasta hoy decano del gabinete, el canciller saliente David Choquehuanca, a quien replegó "a las bases" de su Movimiento Al Socialismo (MAS), la mayor formación e la historia política boliviana.

    Jefe de Protocolo de la Cancillería de La Paz entre 2006 y 2012, Huanacuni devino en uno de los más importantes teóricos de la doctrina del Vivir Bien, basa de la filosofía del gobierno de Morales y su Proceso de Cambio.

    El mandatario de izquierdas designó primer ministro de Energías, a Rafael Alarcón, un ingeniero hasta ahora poco conocido en la tecnocracia criolla.

    Alarcón debe encaminar el macro proyecto de convertir a Bolivia en el primer productor de energía eléctrica de Sudamérica.

    Con la designación del abogado Héctor Arce, hasta ahora mismo procurador del Estado, en el despacho de Justicia, Morales pretende enmendar el pendiente más deplorable de la historia boliviana de casi 190 años.

    Convencido que enderezar la justicia, que las opiniones públicas apostillan de endémicamente corrupta, Morales ordenó que el ahora desaparecido Ministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción se fusione al Justicia, lo mismo que el de Autonomías sea absorbido por el de la Presidencia, donde el jefe de Estado relevó a uno de sus principales colaboradores, el ex militar y sociólogo Juan Ramón Quintana, en cuya poltrona puso a René Martínez, director de la oficina de defensa de los derechos del Silala, aguas manantiales que Bolivia litiga con Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

    Tras ratificar al ministro de la Economía, Luis Arce, ahora primus inter pares del gabinete boliviano, y también al de la Defensa, el ex rector de la universidad pública de Santa Cruz, Reymi Ferreira, el gobernante sentó a la joven Mariana Prado en la cabeza del estratégico Ministerio de Planificación del Desarrollo en reemplazo de René Orellana.

    Morales designó ministro de Culturas a la concejal de El Alto y líder de la juventudes de esa ciudad circunsvecina de La Paz, Vilma Alanoca, figura de la televisión local, y a la gerente del canal del Estado, Bolivia TV, Guísela López, exviceministra de Autonomías, en la cartera de Comunicación, en reemplazo de Marianela Paco.

    El líder boliviano ratificó en el ministro de Gobierno a Carlos Romero y en los de Salud, Hidrocarburos, Minería y Obras Públicas  a Adriana Campero, Luis Alberto Sánchez, César Navarro y Milton Claros respectivamente, al tiempo de encomendar el Ministerio de Desarrollo Productivo al legislador Eugenio Rojas.

    En el umbral del duodécimo año de su gobierno desde 2006, el Presidente reemplazó al abogado Gonzalo Trigoso en el Ministerio de Trabajo por su colega Héctor Hinojosa.

    Con la designación de Carlos Ortuño en lugar de la dimisionaria de última hora Alexandra Moreira en el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el dignatario intenta afianzar las políticas ya instrumentadas para terminar de dotar agua a las ciudades de La Paz y Cochabamba, que hace par de meses echan de menos el líquido por caño.

    Como era de esperar, Morales ratificó a Roberto Aguilar en el Ministerio de Educación, como así a César Cocarico y Tito Montaño en las carteras de Desarrollo Rural y Deportes.

    El jefe de Estado pidió a sus nuevos y antiguos colaboradores organizar una cruzada contra la corrupción y la burocracia.

    Públicamente, Morales pidió declinar, si la hubiere, cualquier intención de favorecer, desde tales instancias de Estado, intereses personales o de grupo y no tener tolerancia con los corruptos, provengan de dónde provengan como así cuidar los centavos públicos como propios.

    "Así sea un dirigente nuestro, nuestra autoridad, no se perdona" si incurre en corrupción, dijo al instar a los funcionarios de alto rango a observar "un compromiso patriótico, porque se trata de cuidar la economía, la plata del pueblo boliviano".