ROMERO VE ‘ERRORES’ EN EL GABINETE EN AGUA, JUSTICIA Y MICRO CORRUPCIÓN

“Estoy haciendo un mea culpa”

Ministro de Gobierno, Carlos Romero. Foto / Erbol

SANTA CRUZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo este miércoles que el actual gabinete de ministros aún arrastra errores y problemas de la justicia, micro corrupción y en el último tiempo, un déficit de gestión con el problema de agua, pero también celebró los “grandes avances” que tuvo el gobierno, porque en un contexto de crisis financiera internacional, mantuvo niveles de crecimiento económico.

“No somos perfectos, tenemos puntos positivos. En general tenemos problemas que arrastramos:  el tema de la justicia que está deslegitimizada, es menos creíble, los pasos de transformación son lentos, dificultosos.  Hay micro corrupción en distintos niveles públicos, del nivel nacional, municipios de las autónomas funcionales, en muchos ámbitos y excesiva burocrático”, manifestó.

“Estoy haciendo un mea culpa de  los problemas que pueden haber, pero también estoy celebrando los grandes avances que tenemos como país”, declaró Romero en Palacio Quemado, cuando fue consultado sobre los errores que atribuyen las organizaciones sociales del MAS al gabinete de ministros, motivo por el que impulsarían un cambio desde el congreso oficialista la próxima semana en Montero, Santa Cruz.

Observó un déficit de gestión como el problema de agua, que este mes de octubre golpeó fuerte en algunas zonas de la ciudad de La Paz, lo que obligó a declarar emergencia nacional y conformar un gabinete del agua que focalizó su trabajo en primero instancia en la Sede de Gobierno.

Sin embargo también resaltó los avances estructurales, porque el país en medio del contexto de crisis financiera, mantiene niveles decrecimiento, reduce la pobreza, diversifica la economía industrializando el país, extendiendo los servicios básicos y democratizando el Estado.

En su criterio, no corresponde que el congreso del MAS analice el tema de los “ministros invitados” porque todos son servidores públicos sujetos a un examen permanente por movimientos sociales, la opinión pública y cualquier forma organizada de expresión ciudadana.

“Si nos hemos equivocado, nos tienen que hacer notar nuestros errores y si hemos hecho bien las cosas, que se las ponga en una balanza”, dijo Romero al señalar que los servidores públicos cumplen su trabajo con ética, convicción, sacrifico, honestidad y no está condicionada a nada.