EL BOOM DE LOS DRONES EN CHILE: DE CURSOS UNIVERSITARIOS AL ARRIBO DE UN CONOCIDO FABRICANTE CHINO

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Emol).- Los aparatos voladores han ampliado su alcance más allá del consumo general, posicionándose como una alternativa para la minería y la agricultura.

Los drones se posicionan como una herramienta cada vez más utilizada en Chile y, por ende, un mercado de mayor interés para empresas que ven una posibilidad de crecimiento importante en el país y una entrada a Latinoamérica. 

La mayor muestra de esto es el anuncio hecho esta mañana por la Universidad de Santiago, que durante el próximo año impartirá el primer diplomado sobre manejo de drones en el país. 

El programa "Uso de drones para captura y procesamiento de información geoespacial" tiene por objetivo "dar a los estudiantes una visión transversal del empleo de toma de datos con drones, desde una filmación aérea para un canal de televisión a la generación de un mapa de una comuna", según declaró José Antonio Tarrío, académico del Departamento de Ingeniería Geofísica de la casa de estudios. 

El curso estará dirigido a "profesionales, técnicos operativos o superiores, civiles o militares, nacionales o extranjeros, de instituciones públicas o privadas, que tengan interés en desarrollarse en el ámbito del uso seguro y responsable de estos equipos", indicó la casa de estudios en un comunicado. Otra señal del crecimiento del mercado del drón en Chile es el aterrizaje de DJI, la compañía china que fabrica los modelos más conocidos en el mercado general y que recientemente abrió su primera tienda de Latinoamérica en Providencia. 

"Chile es como un laboratorio tecnológico para el lanzamiento en todos los países de Latinoamérica, porque es un mercado muy tecnologizado. El resultado que se tiene en Chile representa bien lo que se puede esperar para el resto de Latinoamérica", destacó Rodrigo Salcedo, gerente general de DJI Chile, sobre la decisión de iniciar la expansión de DJI por la región en nuestro país, agregando que el impacto de este tipo de vehículos es mayor que en mercados como Argentina o Brasil, alcanzando un mayor número de ventas per cápita. 

La tienda es descrita como una "DJI Experience Store", el mismo concepto que ha usado la compañía en sus locales en ciudades como París o Manhattan, incluyendo en su interior todos los productos que comercializa (desde drones hasta estabilizadores de imagen, tanto en versiones para consumidores generales como para profesionales) y zonas donde pueden ser probados. 

También ofrecen servicio técnico y venta de accesorios para cada uno de los productos que comercializan. Más allá de los productos para fanáticos de la tecnología, como los estabilizadores Osmo o los drones Phantom, Salcedo describe que estos aparatos ofrecen posibilidades importantes de ahorro para segmentos como la minería o la agricultura, en control de faenas o seguimiento de avance de obras. 

"Te sorprendería la cantidad de drones que se venden y no solo para regalos o para hobbies. Un cliente puede y comprar cuatro unidades de un dron de un millón y medio de pesos. Claro, se gasta seis millones, es harta plata, pero el cliente me dice que con eso reemplaza un helicóptero. Y una hora de helicóptero vale US$ 2.500 entonces en dos semanas paga todos los drones". Hasta ahora los resultados han sido positivos para DJI. La tienda ha superado las metas, proyecta ventas por US$ 5 millones en 2017 y ya se estudia la posibilidad de una segunda tienda para el segundo semestre del año.