LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El ministro de Gobierno, Carlos Romero, aseguró el martes
que no se rompió el mando en la atención del incendio de la alcaldía de El
Alto, durante una movilización de padres de familia que exigían infraestructura
educativa adecuada, que derivó en violencia con el saldo con seis muertos, y
aseguró que la intervención de la Policía y de Bomberos fue oportuna.
"Nunca se habló de ruptura de mando
(...) el Comandante General es el que se comunicó conmigo luego se traslada a
la ciudad de El Alto y a las 11h10 las imágenes muestran que el comandante está
siendo zarandeado y agredido por manifestantes que no lo dejan operar
adecuadamente", explicó en la
Cámara de Senadores donde fue convocado a un informe oral sobre el tema.
Romero explicó que tomó conocimiento de la
movilización cerca de las 8h00 de la mañana, pero recibió informes de que era pacífica,
sin embargo, cerca de las 10h30 observaron que la marcha se masificaba y se
tornaba violenta, por lo que ordenó la intervención de la Policía.
"A las 11h20 yo estaba en una
exposición, y cuando la alcaldesa de El Alto (Soledad Chapetón) me llamó,
cuando me llamó la alcaldesa ya estaba interviniendo la policía por eso está la
imagen registrada la imagen del Comandante de la Policía a las 11h10",
precisó.
El Ministro de Gobierno explicó que cuando
establecieron que había riesgo de que los manifestantes incendien el edificio
edil, ordenaron la intervención también de bombeos, pero dijo que inicialmente
fueron bloqueados por los mismos marchistas y no les dejaron iniciar su
trabajo.
Romero consideró que debe investigarse si
la intervención fue oportuna y si los funcionarios de la Alcaldía no
permitieron la evacuación de las personas que estaban en el edificio, como
testimoniaron algunas personas en los medios de comunicación.
"Lo que está en debate y eso deberá
resolverse en el ámbito judicial es si la intervención fue o no oportuna, si
fue obstaculizada y por quién y si de adentro se denegó la evacuación de las
personas", sustentó.
El 17 de febrero, una protesta de padres de
familia que demandaba infraestructura educativa adecuada, derivó en actos
violentos que terminaron con el incendio del edificio de la Alcaldía de El
Alto, con el saldo de seis muertos y más de 20 heridos.
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