DIPUTADO DESCALIFICA EL MAPA DEL SILALA QUE PRESENTÓ CHILE

Pide cortar el agua y después enjuiciar

Diputado Horacio Poppe. Foto: ERBOL.

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- El diputado Horacio Poppe (PDC) descalificó el mapa que presentó Chile para intentar desvirtuar la posición boliviana respecto a las aguas del Silala y reveló los vínculos que tuvo el autor del material cartográfico con los chilenos.

El viernes pasado, el canciller chileno Heraldo Muñoz mostró un mapa, que se adjuntó al Tratado de 1904, en el cual se observa que el Silala es un río. Ese detalle refuta la versión boliviana de que estas aguas firman parte de un manantial desviado artificialmente hacia Chile.     

Poppe indicó que el autor de ese mapa fue Josiah Harding, quien fue asesor del Gobierno chileno. “Tenía intereses para favorecer a Chile  y señalar que el  Silala era un río, porque ellos ya eran conscientes que esa una zona desértica”, sostuvo.

En el mapa presentado por Muñoz, el Silala aparece como un río que fluye a la corriente del rio San Pedro y luego llega al río Loa en Chile.

Sin embargo, 20 años antes de 1904 el mismo autor de ese plano hizo otra versión del mismo con otras características.

El legislador Poppe remarcó que Josiah Harding elaboró en 1884 el mapa para la construcción del ferrocarril Antofagasta-Huanchaca en el cual el Silala no es afluente del San Pedro y ni siquiera aparece en el gráfico.   

El presidente Evo Morales también se refirió al mapa de 1904 y aseveró que no favorece a la posición chilena, porque a pesar de él en 1908 ese país solicitó a la Prefectura de Potosí una concesión para usar las aguas del Silala.

Pide cortar el agua, después enjuiciar

Poppe aseguró que existen las pruebas suficientes para que Bolivia tenga la certeza de que es dueña de las aguas del manantial del Silala. En ese sentido, señaló que el Gobierno boliviano equivoca el camino en enjuiciar a Chile para cobrar el usufructo que hace ese país de estas aguas.

A su juicio, el camino deberá ser a la inversa: Bolivia debería ejercer su soberanía, “ponerse los pantalones” y cortar el agua que artificialmente va hacia Chile y luego pedir un resarcimiento en tribunales internacionales.