CHILE BUSCA DESMONTAR EL PLAN MARÍTIMO “EMOCIONAL” DE EVO

A pocas horas del Día del Mar

Ascanio Cavallo, encabeza equipo de comunicaciones de Chile. Foto/El País

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- A pocos días del festejo del Día del Mar boliviano, la estrategia chilena a punta a “desmontar los elementos emocionales” del plan marítimo boliviano  focalizado en el protagonismo personal del presidente Evo Morales, tomando en cuenta la reciente campaña electoral por el referendo, donde la demanda marítima era un factor para prolongarse en el mandato presidencial.

El periodista Ascanio Cavallo, reconocido investigador de la transición chilena, encabeza desde octubre el equipo de comunicaciones de Chile, concedió una entrevista al periódico español El País, donde admite que resulta complicado ejecutar la estrategia chilena, por el corte emocional  que puso Morales hacia dentro de Bolivia.

Dijo que la demanda marítima, que fue usada como un recurso electoral, no funcionó. Morales siempre ha querido personalizar la demanda boliviana al plantear que sin él, Bolivia no se va a acercar al mar. Y era una de sus principales armas también para este referéndum: resulta necesario prolongar el mandato para seguir la demanda con éxito. Le dijeron que no.

Manifestó que realmente inquieta a Chile es que el fallo haya sido agitado como un triunfo en Bolivia. “Mirar el desarrollo de estos juicios en términos de triunfo o derrota no es el camino para llegar a un acuerdo. Chile quiere salirse de esa lógica y no es fácil, porque está bajo esa agresión casi a diario”, comentó.

Consultado si es imposible una negociación que implique soberanía, aseguró que “Morales ha creado expectativas que no se van a cumplir de ninguna manera, exaltando los sentimientos nacionalistas. Esto es muy peligroso” y que además, Bolivia misma nunca supo definir con exactitud el término soberanía.

Cavallo advirtió que la campaña de Evo Morales ha tenido un efecto muy dramático en Chile porque acabó la simpatía de hace algunos años hacia el  pueblo boliviano y hoy un 90% de los chilenos piensa que no hay que ceder nada y un porcentaje altísimo cree que ni siquiera hay que conversar. “Los chilenos se están poniendo fuertemente antibolivianos y creo que los bolivianos se han puesto antichilenos también. Nosotros no podemos alimentar ese fuego”, indicó.

¿Acepta que Morales ha logrado que Bolivia tenga una cierta presencia en el mapa mundial que antes no tenía?, le preguntó El País.   “Evo Morales tenía simpatías per se. Ha hecho una muy buena puesta en escena del indigenismo, aun cuando él no es indígena. O por decirlo de otra forma: Morales no es más indígena que cualquier chileno, porque somos todos medio mestizos. En esto se aprovecha de que el mundo conoce poco de Latinoamérica. Todo lo que parece originario tiene muy buena prensa, resulta atractivo”, respondió.

Manifestó que esa condición permitió “seguir una estrategia de victimización, al señalar que Bolivia está en estado de subdesarrollo porque no tiene salida al mar. Eso es completamente falso. El subdesarrollo de Bolivia no se explica por no tener mar, sino por su inestabilidad institucional. Hoy Bolivia ocupa el puerto chileno de Arica en condiciones que no tiene ningún otro país mediterráneo”

Sobre el apoyo internacional logrado Bolivia, sostuvo que el presidente Morales ha utilizado muchas exageraciones respecto de los supuestos apoyos internacionales. En algunos casos, exageraciones de las que sabemos que son mentiras, como el supuesto apoyo de Irán, Turkmenistán y de Vladimir Putin. O la significación que les dio a las palabras más bien gentiles del presidente Hollande y la canciller Merkel. Él ha dado un uso publicitario a eso que, por un lado, es difícil de contrarrestar y, por otro, Chile no podría copiar como estilo. Yo no puedo pedirle a mi presidenta que diga algo que no fue verdad.

El asesor sostuvo que en el cuarto de siglo “varias veces” estuvo cerca de llegar a un acuerdo “aunque siempre sin cesión de soberanía. Pero siempre se ha enredado por razones internas. Todas las propuestas de Chile han fracasado por el maximalismo boliviano. Chile ofrece algo y Bolivia quiere el triple. Ha querido usar en contra de Chile su gas, su petróleo, su posición geográfica. Nunca ha terminado de entender que un acuerdo no se puede construir sobre la base de la imposición o el chantaje”.