EVO MORALES, UNA DÉCADA DE CRECIMIENTO SOSTENIBLE

 Por Milton Condori

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El presidente Evo Morales cumplirá el viernes 10 años al frente de Bolivia y entre sus logros más destacados está el crecimiento sostenible del país, cuyo promedio fue del 5% anual, como resultado de la implementación de un nuevo modelo económico, social, comunitario y productivo, que incluso hizo frente, el último año, a un contexto internacional adverso marcado por la baja cotización de las materias primas.

    Desde su asunción al poder, en 2006, Morales puso en marcha reformas para desmontar el modelo neoliberal, cuya herencia fue una deuda equivalente al 52% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, una tasa de desempleo del 10%, consecutivos déficits fiscales que bordeaban el 8% y una pobreza cercana al 40%, según fuentes oficiales.

    Morales decidió nacionalizar los hidrocarburos y las empresas capitalizadas, para convertir al Estado en el principal actor de la economía y logró reducir la extrema pobreza de 40% en 2006, a 17,3% en 2014.

    Ahora, el objetivo es reducir la extrema pobreza a 9,5% hasta 2020 y a cero para el 2025.

    Ante ese escenario, organismos multilaterales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial elogiaron en varias oportunidades los logros económicos del gobierno de Morales, cuyo éxito también está vinculado a la buena gestión del ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce, que acompaña hace 10 años al líder indígena.

    En 2006, el PIB nominal del país ascendía a 11.384 millones de dólares, monto que se triplicó en 2015 hasta alcanzar los 34.493 millones de dólares, convirtiendo a Bolivia en la economía más pujante de la región.

    También entre 2006 y 2015, el Gobierno rompió con la hegemonía del dólar estadounidense e impuso el uso de la moneda nacional (el boliviano) en las transacciones de crédito y ahorro, con una penetración, en promedio, de hasta 89% en el sistema financiero nacional.

    El propósito de la bolivianización es dejar la dependencia externa, mantener la estabilidad financiera y enfrentar la inflación importada.

    Los resultados de la década pasada sorprenden si se comparan con anteriores gobiernos, en los que Bolivia registró siempre los peores desempeños económicos regionales, en medio de sus agudas crisis políticas y sociales.

    El modelo de Morales fue como un golpe de timón a la economía nacional, tomando en cuenta que 20 años antes siempre se registraron déficits fiscales.

    La inversión pública, que fue otro aspecto distintivo del gobierno de Morales, jugó un rol importante en la economía nacional, ya que estimuló la demanda interna y permitió encarar los choques externos del mercado internacional.

    En 2005, un año antes del primer mandato de Morales, la inversión pública era apenas de 629 millones de dólares, contra los 7.300 millones de dólares ejecutados en 2015 y se prevé que este año suba a 8.200 millones de dólares, incluyendo empresas estatales, de acuerdo al Ministerio de Economía.

    Para consolidar el proceso de cambio, el Gobierno presentó a finales de 2015 el Plan de Desarrollo Económico y Social 2020, que busca incrementar, en los próximos cinco años, el PIB nominal a 57.000 millones de dólares y la inversión pública hasta los 48.574 millones de dólares, con el objetivo de acentuar la expansión económica del país.