SANTA CRUZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- Miembros del Movimiento Indígena Chiquitano (MIC)
radicalizaron el viernes su medida de presión con la extracción de sangre, ante
la negativa del gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, de reunirse con ese
sector para atender sus demandas regionales.
"Queremos que el gobernador nos
escuche, no sé por qué no quiere escuchar a los pueblos indígenas. Entonces, no
es una autoridad para todo el departamento", manifestó la dirigente Máxima
Muiba.
Hace tres días, más de un centenar de
indígenas, entre hombres, mujeres y niños, iniciaron una vigilia en la puerta
de la Gobernación de Santa Cruz, tras una marcha de 30 días desde la localidad
de Concepción, en demanda de una redistribución "más equitativa" de
los recursos departamentales entre los 56 municipios y una mayor representación
en la Asamblea Legislativa Departamental (ALD).
Los chiquitanos movilizados ratificaron que
el único interlocutor válido es Costas, quien no los recibió, porque considera
que el tema debe ser tratado a nivel de la ALD.
Ante esa negativa, los miembros de la MIC
exigieron que Costas se someta a un referendo revocatorio de su mandato.
"No lo queremos más de gobernador si
no nos escucha. Cómo podemos tener un gobernador que no nos escucha, hemos
pedido revocatorio y vamos a seguir insistiendo mientras no baje a dialogar con
los pueblos indígenas", dijo Muiba.
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