ARGENTINOS QUIEREN EL TÍTULO DE LA COPA "CON EL ALMA"

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Mascherano dice que desea “con el alma” ganar esta Copa, habla de la necesidad del grupo por conseguir un título, asegura que hoy se disfruta de Messi “en una versión global” y compara a la Selección del Tata con la de Sabella. “Martino tiene una idea valiente”.

Basta de ponerme con Messi, estoy todo el tiempo con éste”, se ríe Javier Mascherano cuando posa para las fotos mientras ya cae el sol sobre las playas silenciosas de La Serena.

Bien podría ser etiquetado como el guardaespaldas del mejor jugador del mundo. Pero más allá de que alguno podría decir que es el que le cuida la espalda al genio, que lo catalogaran así sonaría a poco para su enorme capacidad como futbolista.

No es por cholulismo, tampoco, que se para al lado de la gigantografía que colgaron en la carpa de prensa de la Selección en La Serena. Que acepte ser fotografiado ahí, en todo caso, habla de la seguridad en sí mismo y de la humildad del futbolista que emocionó a todos durante el Mundial. Como diría Sabella, él siempre ubica el nosotros antes que el yo.

El quiere que todos los futbolistas de esta enorme generación por fin ganen con la Selección. Y ahí empiezan a aparecer palabras que quedarán de la larga charla a solas. La droga, el caviar, el pecado y algunas más saldrán de la boca del jugador que mejor explica todo el juego de esta Argentina...

-¿Se llega distinto a la Selección cuando sos ganador de la Champions?

-Yo digo que cuando te toca ganar, algo que se da muy de vez en cuando, es como probar una droga. Es algo que te genera adicción y querés seguir ganando, siempre en el buen sentido de la palabra. Igualmente, uno se siente feliz y quiero tratar de alargar ese sentimiento, pero esto es algo que no tiene nada que ver con el club. Aunque en la Selección están dadas las condiciones para apuntar al título, eh. Si te ponés a ver los nombres, tenemos un equipazo. Y no sólo por nombres, sino también por la realidad de cada jugador. Eso da sensaciones que te invitan a soñar.

-¿Te hubiera gustado que no se jugara tan rápido la Copa para disfrutar de esa droga o te empuja a ganar ahora?

-No, porque nosotros no disfrutamos mucho ni cuando ganamos.

-¡¿Cómo?!

-El que dice que disfruta, miente. A lo sumo podés disfrutar una, dos horas. Al otro día ya te ponés un nuevo objetivo. Y no me molesta que sea así. Duran muchísimo más las tristezas, las decepciones, que las alegrías. Es muy difícil disfrutar del presente y pensar en el pasado. Igual, a nosotros nos puede ir bárbaro en nuestros clubes pero, sinceramente, al hincha argentino poco y nada le interesa lo que se nos pueda dar a nivel personal. El hincha quiere que nosotros ganemos con la Selección.

-En el discurso las cámaras te tomaron, justamente, bastante contento...

-Sí. Son las cosas que pueden pasar si te relajás un poco, ja. Veníamos de veinte días de mucha tensión y el “u-ru-guayo” me salió en cámara lenta, je...

-Ramón Díaz nos dijo que esperaba que Messi y vos llegaran bien festejados, suponiendo que eso les generaría cansancio.

-No, no tiene nada que ver. Porque esa fue una situación que me tocó vivir en un club. El objetivo ahora es tener la oportunidad de que una generación con tantos buenos jugadores pueda poner fin a una racha de muchísimos años sin títulos. Es un pecado que hayan pasado varias generaciones sin ganar, sin que haya caído algo.

-Una vez dijiste que “somos estrellas en nuestros clubes, pero no en la Selección”. ¿No alcanza con ser subcampeón mundial?

-Yo creo que algo hay que ganar... No solamente por el ego personal, pero cada uno de nosotros necesita ganar. Jugamos para eso. Y también queremos acentuar algo que se viene demostrando en los últimos años. Sería muy bueno agregarle una Copa a ese subcampeonato.

-Messi admitió que se ve mejor que cuando llegó al Mundial. ¿Vos cómo lo ves?

-Está pasando por el mejor momento de su carrera. No desde lo físico y todo esto que ha comentado (su dieta estricta) sino que van pasando los años y esto es un juego. A más experiencia, mejor lo entendés. Y Leo se ha reinventado. De ser aquel extremo se convirtió en un delantero terrible que marca récords. Y ahora es un jugador total en todas las facetas: con asistencias, tirándose atrás, enganchando, definiendo, yendo a un extremo a jugar el uno contra uno... Es un líder futbolístico. Hoy disfrutamos de Leo en una versión global.