LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- Bolivia reaccionó con estupor el viernes a causa del
asesinato de un bebé de brazos en una casa de acogida en La Paz y la mayor
parte de sus instancias de justicia y gobierno formaron fila, de oficio, para
que los culpables del "horrendo crimen" purguen la pena máxima que
establece la ley local.
El presidente Evo Morales se declaró
consternado por el crimen que, por su vileza, erizó a un país que no termina de
reponerse de la escalada de feminicidios, 37 según la Policía y más de 200 de
acuerdo con medios locales desde que su Gobierno pusiera en vigor una ley
antiviolencia contra la mujer en marzo de 2013.
En nombre del gobernante, la viceministra
de Igualdad de Oportunidades, Karina Marconi, refirió que Morales está
"consternado por el hecho, de que haya sido una violación y la muerte de
un bebé creo que absolutamente a todas las personas es un hecho que nos llega y
eso es algo en lo cual debemos apelar".
Apenas se desveló el caso, agentes de la
Policía arrestaron a 4 empleados del albergue Virgen de Fátima, en la zona sur de La Paz, donde se encontraba el
bebé.
Efectivos de la Fuerza Especial de Lucha
Contra el Crimen aprehendieron a la educadora, Madelen Pahe; el portero, Johnny
Condori; la enfermera auxiliar, Lola Rodríguez; y el médico residente, Yeri
Fernández.
Cuatro médicos residentes del Hospital del
Niño, también fueron imputados, por el Ministerio Público que los acusa de
negligencia.
En el afán de profundizar la investigación,
el Ministerio Público conformó, en medio de creciente presión e indignación
sociales, una comisión de fiscales para investigar el "horrendo
crimen".
"En este delicado caso de relevancia
social que conmocionó a la sociedad boliviana se conformó una comisión de
fiscales que intensificaran la investigación en busca de la averiguación de la
verdad y la autoría del hecho", explicó la jurista, Lizeth Sarco.
De acuerdo con el informe del Instituto de
Investigación Forense, el bebé Alexander sufrió un 'traumatismo anal por
laceración penetral y anemia por hemorragia interna'.
El médico forense, Cristian Vargas, confió
que el cuerpecito "presentaba desgarro y sangrado anal, un traumatismo
abdominal y sangrado interno".
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila,
demandó que los encargados del centro de acogida, donde Alexander fue vejado,
deben renunciar, al tiempo que la Dirección de la Defensoría de la Niñez
pugnaba por apersonarse, también de oficio.
EL presidente de la Cámara de Diputados,
Marcelo Elío, intentó llevar sosiego en medio de la incertidumbre y dijo que la
"la ley esclarecerá y actuará severamente en el caso del bebé
Alexander".
La situación se había tensado a tal extremo
que miembros de la Unidad Táctica de Operaciones Policiales debieron patrullar
las inmediaciones de la vetusta morgue del principal hospital público de La
Paz, donde se verificó el doloroso acto forense.
La ministra de Transparencia, Nardi Suxo,
pidió la máxima sanción para el o los responsables de la muerte del bebé, 30
años de presidio sin derecho a indulto, y llamó a cerrar filas para que los
criminales terminen tras de rejas.
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