Venezuela
LA PAZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- Aunque declare casi a diario que es hijo de Hugo
Chávez y que su nuevo guía ideológico haya sido lugarteniente del Che, el
gobernante venezolano Nicolás Maduro está girando hacia la derecha y prepara
políticas que podrían haber sido recetadas por el FMI en un intento por
contener una crisis económica que amenaza con devorar a su régimen, informa
elnuevoherald.com
Analistas consultados dijeron que Maduro -presionado
por una montaña de deudas y la mayor crisis económicas en décadas- se está
viendo obligado a dejar de lado la visión socialista del fallecido Chávez para
apuntar hacia un modelo similar al vigente en China, con una economía que opera
bajo algunos esquemas de apertura y un sistema político altamente represivo.
“Maduro rompe con Chávez en materia económica”, dijo
desde Caracas Jesús Seguías, presidente de la encuestadora DatinCorp. “A Maduro
no le queda otra; se le vino el mundo encima. La única manera de mantener esto,
por un lado, es a través de una brutal represión, y por el otro, tratando de
generar confianza para atraer al capital privado internacional, y el
venezolano”.
Según el analista, esa es una de las principales
razones por las que Maduro recientemente incorporó dentro de su “equipo
especial” para reestructurar la administración pública al economista cubano
Orlando Borrego, un hombre que fue muy cercano al Che Guevara.
“Borrego, más que un aval económico, es un aval
político. El cambio es más fácil de aplicar sí en él participa a un cubano para
resguardar al contenido ‘revolucionario’ del viraje. Es como un aval que él
necesita para que no le llamen traidor a Chávez”, aseguró Seguías.
“Con él (Borrego) en el equipo, Maduro les está
diciendo a los chavistas radicales: ‘bueno señores, este viraje que yo pienso
dar está avalado nada menos y nada más que por el Vaticano comunista del mundo,
que es Cuba’ ”, agregó.
Es un cambio de dirección que deja de lado la visión
del Socialismo del Siglo XXI que Chávez, bajo los lineamientos trazados por el
recién destituido ministro de Planificación Jorge Giordani, llevaba años
tratando de consolidar en el país sudamericano.
Entre los primeros cambios que están siendo
considerados por el régimen está la eventual eliminación del complejo sistema
cambiario vigente y la adopción de medidas para ayudar a estabilizar los
grandes desequilibrios macroeconómicos que padece la nación sudamericana.
Hasta el momento, los primeros anuncios de lo que
está por venir han sido formulados por el ministro de Energía y Minas, Rafael
Ramírez, quien lleva semanas hablando sobre la necesidad de aplicar un modelo
mucho más pragmático para tratar de reducir la aguda escasez y la galopante
inflación que están erosionando el respaldo al régimen entre los sectores
populares.
“Vamos a ir a un sistema de convergencia cambiaria
[...] Hacia un sistema de bandas. Manejar tres tipos de cambio es muy
complejo”, dijo Ramírez el fin de semana en una entrevista televisiva.
“(Hay) políticas fiscales y monetarias que tenemos
que tomar, unas decisiones antes de ir a un proceso de una convergencia, a un
sistema de bandas de nuestro modelo cambiario y eso va a suceder en el corto
plazo”, agregó.
Las medidas estudiadas también incluyen un posible
aumento a los precios de la gasolina, opción que tradicionalmente ha sido vista
como tabú en Venezuela, y la adopción de nuevas estrategias para hacerle frente
al alto costo vinculados con el mantenimiento de las empresas expropiadas, que
“sólo generan gastos”, adelantó Ramírez.
El régimen de Maduro también ha iniciado una serie
de encuentros con la banca internacional para tratar de intercambiar
impresiones sobre cómo reducir la elevada percepción de riesgo que ronda en
torno al país “y preparar el escenario para próximas medidas económicas”, según
un cable de la agencia Associated Press.
“Los encuentros que tuvieron lugar el mes pasado en
Londres y Caracas ocurren en el contexto de una severa crisis económica,
situación que ha alimentado las versiones de que esas reuniones podrían ser la
antesala de cambios en la política económica del presidente izquierdista
Nicolás Maduro que implicarían fuertes medidas de ajuste”, informó la agencia.
Pero el viraje genera serios problemas internos para
Maduro, que aún es blanco de una cantidad de críticas provenientes de los
sectores ortodoxos que están descontentos con la destitución de Giordani, quien
por más de una década trazó los principales rasgos del ordenamiento político
económico que Chávez quería implementar en Venezuela.
“Eso está generando un conflicto interno. Los
ortodoxos se están negando a esos cambios, incluyendo a los colectivos
(organizaciones comunitarias algunas veces armadas que respaldan la Revolución
Bolivariana)”, comentó en Miami el analista Helly Angel.
“Los colectivos han estado instando a Maduro a que
más bien siga avanzando en la dirección contraria, que siga consolidando un
modelo hacia un comunismo ortodoxo”, agregó.
El que se pretenda girar hacia la implementación de un
nuevo modelo está incrementando el malestar dentro del campo ortodoxo del
chavismo, coincidió Oswaldo Ramírez, presidente de ORC Consultores.
“Las principales críticas que le están viniendo
están relacionadas con la pregunta: ¿por qué Nicolás Maduro está acariciando al
poder económico del país, el poder que según su percepción fue el que provocó
la gran debacle en Venezuela, a través de la guerra económica?”, comentó
Ramírez desde Caracas.
“¿Cómo es eso de que los empresarios antes eran los
apátridas y ahora son tus mejores amigos y en quien te vas a apalancar para
echar a andar la producción del país?”, expresó.
Ante las difíciles circunstancias que enfrenta,
Maduro no ha estado más que fluctuando bajo el peso de las distintas presiones,
comentó.
“Maduro no tiene el carácter de Chávez y mucho menos
tiene las convicciones. El (Maduro) actúa y reacciona de acuerdo a las
circunstancias. En este momento, el desastre económico le está llevando a
empujones al campo del pragmatismo”, explicó.
Pero si bien Maduro está siendo llevado por las
circunstancias, lo cierto es que el viraje parece contar con el beneplácito del
régimen de los hermanos Castro.
“Cuba necesita que Venezuela se estabilice, que
Venezuela sea gobernable y que cambie de modelo político a seguir para
implementar el mismo que ellos están tratando de copiar de China”, agregó.
“Aunque no lo reconocen, ellos [el chavismo y el
castrismo] quieren ahora pasar a adoptar un modelo similar al de China, que
mantiene un sistema capitalista controlado por el Estado, pero mantiene un
modelo político de controles sobre la población y represión similares al de las
dictaduras socialistas”, dijo Angel.
Pero aún está por verse si el viraje que Maduro
pretende implementar podría brindar frutos en el tiempo que se requiere para
salvar al chavismo del colapso.
“Las crisis tienen su propia dinámica, sus propios
tiempos, que no necesariamente coinciden con las dinámicas y los tiempos de los
gobernantes. El tema es que Maduro tiene sus tiempos que no son los mismos
tiempos de la crisis”, explicó Seguías.
Maduro tiene una larga lista de problemas políticos
que resolver, incluso dentro del chavismo, para luego comenzar a construir el
nuevo modelo económico.
Entre ellos están los viejos preceptos socialistas
que el chavismo lleva años defendiendo.
“Maduro está en un proceso de convulsión interna,
donde todavía no puede creer que todo lo que le dijeron durante toda una vida
era mentira. Desmontar eso no es nada fácil”, dijo Seguías.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital