EX CANCILLER DICE QUE CHILE BUSCA 'PRETEXTOS' PARA NO DIALOGAR Y CALIFICA DE 'POSITIVO' MENSAJE DE MORALES

LA PAZ, BOLIVIA (ANB / ABI).- El ex canciller Javier Murillo de la Rocha aseguró el lunes que Chile sólo busca 'pretextos' para no dialogar cuando esgrime que conversará sobre todos los temas menos la demanda marítima boliviana y calificó de 'positivo' el mensaje que pronunció el presidente Evo Morales, ayer en el Día del Mar.

    El ex diplomático, en entrevista con la Red Patria Nueva, manifestó que la postura expresada por la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, es una 'constante' en los gobiernos de turno de ese país porque buscan un 'pretexto' para eludir una gestión directa en un tema de fondo, en este caso la demanda marítima.

    'Esa no es una actitud positiva de la presidenta Bachelet porque cierra la posibilidad de diálogo que a nuestro juicio no debiera interrumpirse en ningún (aspecto) pero tampoco en el grande, central que es el enclaustramiento', mencionó.

    Recordó que antes el pretexto era la falta de consentimiento de Perú para  la transferencia de un territorio al norte de Arica, y hoy es La Haya, por eso, dijo 'siempre habrá un pretexto' lo que quiere decir que Chile sigue 'anclado en la geopolítica de siglo 19 expansionista', que no contempla la necesidad de reponer los vínculos cooperativos con Bolivia mediante la solución del enclaustramiento.

    Contrariamente, aseguró que el mensaje que pronunció Morales, ayer en el Día del Mar fue 'positivo' por su orientación a mantener el diálogo más allá de la demanda marítima instaurada ante la Corte de La Haya.

    'Es una reacción positiva en cuanto a tratar de sensibilizar a Chile y a Bachellet que no cierre el diálogo directo', finalizó.

    Chile invadió suelo boliviano en febrero de 1879 y desató una contienda bélica que terminó cercenando 400 kilómetros de playa y 120.000 kilómetros de territorio.

    Desde entonces, Bolivia reivindica en diferentes foros internacionales el derecho de recuperar su cualidad marítima y en 2013 llevó el diferendo ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.