REPORTAN QUE 276 COMUNIDADES INDÍGENAS ESTÁN AFECTADAS POR LLUVIAS

CIDOB de Hurtado inicia campaña para damnificados

SANTA CRUZ, BOLIVIA (ANB / Erbol).- 274 comunidades indígenas quedaron afectadas por el temporal de lluvias y el desborde de los ríos en el país, informó el vicepresidente de la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (CIDOB) inorgánica, Lucio Ayala.

El dirigente explicó que en el norte del departamento de La Paz los pueblos Mosetén, Tacana y Leco, sufren por las lluvias. Mientras que en el Beni los indígenas de las poblaciones del Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) están afectados, en Pando la nación Pacahuara y los que están ubicados en el Trópico de Cochabamba.

Informó además que la CIDOB que dirige Melva Hurtado inició una campaña con todas las instituciones del Estado para captar ayuda en alimento, vituallas, medicamentos y brigadas de atención médica para las familias indígenas damnificadas.

Yuquis piden ayuda

Una comisión de indígenas del pueblo Yuqui llegó a la capital cruceña para pedir ayuda humanitaria para las más de 120 familias damnificadas por las crecidas de los ríos Ichilo y Chimoré.

El yuqui Jhonatan Isategua manifestó que el agua de los ríos ingresó a todas sus viviendas y se llevó todas sus pertenencias. Dijo que perdieron toda su producción de yuca, plátano, papaya, entre otros.

“Nuestros dirigentes han pedido ayuda a la Naval de Chimoré y nos han ubicado en un campamento de carpas, pero no tenemos alimentos, agua, ropa especialmente para los niños y medicamentos”, sostuvo.

Carmen Isategua contó que los niños están con diarrea y vómitos por beber agua sucia. Señaló que sufren de hambre ya que no cuentan con alimentos y necesitan ropa, zapatos y botas para los menores.

La comunaria informó que la gobernación de Cochabamba hace dos semanas atrás hizo la entrega de 7 kilos de arroz, aceite, entre otros alimentos, pero desde entonces no han recibido ninguna otra ayuda de las autoridades departamentales ni nacionales.

El pueblo Yuqui vive en un solo asentamiento llamado Bia Recuaté, ubicada en el Trópico de Cochabamba y parte del departamento de Santa Cruz. Todos sus habitantes se han visto obligados a abandonar sus viviendas y actualmente se encuentran en albergues improvisados en la localidad de Chimoré.