INGLATERRA (ANB / Tomado de
BBCmundo).- La estructura, del
tamaño de un guisante, alcanzó el mismo nivel de desarrollo de un feto de nueve
semanas de gestación, pero es incapaz de desarrollar pensamiento.
El estudio publicado en Nature ya se está usando para obtener información
sobre enfermedades raras.
Los neurocientíficos han descrito el hallazgo como sorprendente y
fascinante.
Científicos del Instituto de Biotecnología Molecular de la Academia de las
Ciencias Austríacas han reproducido en laboratorio algunas de las etapas más
tempranas del desarrollo del órgano.
Baño de cerebro
Para producir el neuroectodermo, la parte de un embrión que se convierte en
cerebro y médula espinal, utilizaron tanto células madre embrionarias como
células de la piel de un adulto.
Esto fue colocado en minúsculas gotas de gel que ofrecieron un soporte
donde el tejido pudo crecer y se colocó en un biorreactor giratorio, un baño
que suministra nutrientes y oxígeno.
Las células pudieron crecer y organizarse en regiones separadas del cerebro,
como el córtex cerebral, la retina y, algo muy raro, un hipocampo prematuro, el
cual se cree que está muy involucrado en la memoria del cerebro de un adulto
completamente desarrollado.
Los investigadores confían en que están cerca -aunque lejos de la
perfección- del desarrollo de un cerebro de un feto de nueve semanas de
gestación.
El tejido alcanzó su tamaño máximo, unos 4 milímetros, tras dos meses.
Los "minicerebros" han sobrevivido durante casi un año, pero no
han crecido más. No hay suministro de sangre, sólo tejido del cerebro, así que
los nutrientes y el oxígeno no pueden penetrar en la estructura del centro del
cerebro.
Uno de los investigadores, el doctor Juergen Knoblich, dijo que para lo que
son buenos estos organoides es para "modelar el desarrollo del cerebro y
estudiar cualquier cosa que ocasione un defecto".
"Lo que queremos es avanzar hacia enfermedades más comunes como la
esquizofrenia o el autismo. Estas se manifiestan típicamente en adultos, pero
se ha demostrado que los defectos subyacentes ocurren durante la etapa de
desarrollo del cerebro".
La técnica también podría ser usada para remplazar a los ratones y ratas en
la investigación de fármacos, pues los nuevos tratamientos se podrían probar
directamente en tejido cerebral.
"Alucinante"
En el pasado, investigadores han podido reproducir células del cerebro en
el laboratorio, pero esto es lo más cerca que cualquier grupo ha llegado a
construir un cerebro humano.
El logro ha emocionado a la
comunidad.
El profesor Paul Matthews, del Imperial College London, le dijo a la BBC
que sencillamente piensa que es "alucinante. La idea de que podamos tomar
una célula de la piel y convertirla en algo que empieza a parecerse a un
cerebro, aunque sea del tamaño de un guisante, y empieza a mostrar algunos de
los comportamientos de un cerebro minúsculo, creo que es sencillamente
extraordinario".
"Ahora, no está pensando, no se está comunicando entre las áreas de la
forma que lo haría un cerebro, pero nos da un inicio real y esto será el tipo de
herramienta que nos permita entender muchos de los principales trastornos del
cerebro".
El equipo ya ha usado el descubrimiento para investigar una enfermedad
llamada microcefalia. Las personas con este trastorno desarrollan un cerebro
mucho más pequeño.
Al crear un "minicerebro" a partir de las células de la piel de
un paciente con esta enfermedad, el equipo pudo estudiar cuál es el cambio en
el desarrollo.
Pudieron darse cuenta que las células estaban demasiado entusiasmadas en
convertirse en neuronas y especializarse demasiado pronto. Significó que las
células en una etapa temprana no hicieron mucho esfuerzo para alcanzar un
número lo suficientemente grande antes de especializarse, lo que afecta el
tamaño final, incluso de un "minicerebro" del tamaño de un guisante.
Hasta aquí
El equipo en Viena no cree que haya algún problema ético en esta etapa,
pero el doctor Knoblich dijo que no quería ver desarrollarse cerebros mucho más
grandes, pues sería "indeseable".
Zameel Cader, neurólogo consultor del hospital John Radcliffe en Oxford,
dijo que hasta ahora no veía que surgiera algún inconveniente ético. "Está
muy lejos de la consciencia, de la percatación o de la respuesta al mundo
exterior. Siempre está el espectro de lo que el futuro pueda deparar, pero este
es un territorio primitivo".
Por su parte, Martinb Coath, del instituto cognitivo de la Universidad de
Plymouth considera que "cualquier técnica que nos dé 'algo como un
cerebro' que podamos modificar, trabajar en ello y mirar cómo se desarrolla,
sencillamente tiene que ser emocionante".
"Si los autores están en lo correcto, y su 'cerebro embotellado' se
desarrolla de una forma que imita el desarrollo del cerebro humano, entonces su
potencial para estudiar enfermedades del desarrollo es claro. Pero su
aplicación a otro tipos de trastornos no está tan claro, aunque tiene
potencial".
"Probar fármacos es algo mucho más problemático", aclara Coath.
"La mayoría de los medicamentos que afectan al cerebro actúan en cosas
como el estado de ánimo, la percepción, el control del cuerpo, el dolor y en
muchas otras cosas. Este tejido como el cerebro no todavía no tiene
inconvenientes con estas cosas".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto
DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA
TW: @ANBdigital
F: https://www.facebook.com/anboliviadigital