ESPAÑA (ANB / Información de Rtve).- En Internet y el mundo de la tecnología pocos proyectos tienen el encanto de iniciativas como el proyecto Loon de Google: la construcción de una red móvil de Internet utilizando globos aerostáticos que flotan grácilmente a unos 20 kilómetros de altitud.
De momento está todo en fase de pruebas, pero el equipamiento técnico para hacerlo realidad ya existe y de hecho se ha utilizado en otros proyectos similares. Todo lo que falta es probarlo a gran escala y comprobar qué sucede en el día a día cuando tienes cientos o miles de estos globos flotando por ahí.
El proyecto toma su nombre de la palabra inglesa balloon (globo) porque este es el principal protagonista de la idea. Cada globo mide unos 15 metros de diámetro y 12 de altura. En la parte inferior, una plataforma ligera contiene todo el equipo electrónico necesario para funcionar: baterías, un panel solar de 100 watios, electrónica para el posicionamiento (GPS), las antenas de comunicaciones y los mecanismos de guiado del globo. Lo mejor de todo: es tecnología relativamente barata y fácil de desplegar en cualquier lugar.
La idea es que se los globos se conecten unos con otros y también con estaciones en tierra para dar cobertura similar a la del 3G en áreas que no tengan otra forma sencilla o directa de conexión a Internet. ¿Se podrán ver los globos desde el suelo? No sin un telescopio, pues normalmente volarán a demasiada altura, así que la contaminación visual será un problema menor. Aunque puede que sí haya otros problemas colaterales, como el conflicto con el tráfico aéreo.
Respecto a su desplazamiento, recordemos que los globos aerostáticos solo pueden variar básicamente su altitud. Mediante una combinación de datos de los sensores e información de los satélites meteorológicos los Loon pueden encontrar las corrientes de aire de las diversas capas de la atmósfera para 'subirse' a ellas y dejarse llevar. Estas corrientes suelen recorrer nuestro planeta de oeste a este, por lo que no sería raro que un grupo de globos empezara su viaje en África para pasar luego por Asia y llegar a Oceanía o Sudamérica. Su altitud máxima de operación en la estratosfera es de 20.000 metros (20 km).
Las comunicaciones de los Loon
Las comunicaciones consisten en unas antenas especiales con unos 20 km de alcance. La gente puede emplear unas antenas similares desde tierra para conectar con la red Loon en cualquier punto. Los globos también pueden comunicarse entre sí, de modo que la información puede ir en realidad 'saltando' de un globo a otro para llegar más lejos.
Los globos podrán también conectarse con estaciones en tierra que actuarían como proveedores de acceso a Internet. Basta con que uno de ellos pueda establecer esa conexión para que toda la red Loon quede conectada, lo que a su vez proporcionará el acceso a todos los usuarios que están en las zonas cercanas.
En las pruebas piloto llevadas a cabo en Nueva Zelanda unas 50 personas pudieron hacer uso de las antenas facilitadas por Google para conectarse con la red Loon lanzada sobre sus cabezas. La zona cubierta era la del paralelo 40 sur junto a las islas.
El objetivo para Google está claro: encontrar más formas de conectar a Internet a mucha más gente, especialmente en áreas en las que no es fácil obtener cobertura fija o móvil. Algo que en parte entra dentro de los proyectos experimentales de la compañía pero que también puede tener su valor estratégico de cara al futuro.
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