MENÚ

miércoles, 19 de septiembre de 2012

OLA DE PROTESTAS EN CHINA CONTRA JAPÓN POR LA SOBERANÍA DE TRES ISLAS


CHINA (ANB / Tomado de Clarin).- China volvió a mover fichas en la peligrosa partida de ajedrez que le enfrenta a Japón, luego de que once buques patrulleros arribaran ayer al archipiélago de las Diaoyu (Senkaku en japonés). Al menos tres de ellas ingresaron en aguas que Tokio considera territorialmente propias, mientras decenas de guardacostas japoneses esperan a los más de 1.000 pesqueros chinos que partieron el lunes rumbo a los islotes. A última hora de la noche, todavía no habían arribado.


Esta nueva incursión china en las Diaoyu podría convertir un episodio de violencia puntual, como es el desatado en la última semana a causa de la compra por parte de Tokio de tres de los cinco islotes de archipiélago, en un conflicto mayor. Sobre todo si la supuesta horda de pesqueros chinos trata de acercarse a las islas. Cuando Tokio anunció la compra de las islas a particulares para luego nacionalizarlas, Beijing alegó que eso es una “violación seria” a su soberanía.

En ese caso, Japón desplegaría una “zona de defensa” alrededor del archipiélago mediante un “muro” de 30 buques guardacostas, según adelantó la televisora Fuji TV. Los expertos llevan días advirtiendo que un choque entre navíos o un error de cálculo podría desembocar en una escalada militar.

No son pocos los chinos que desean la guerra. Su argumento es siempre parecido: “Japón se niega a dialogar, así que la única salida que nos queda para recuperar nuestras islas es la guerra”, arengó Zhang Yikun, un joven activista antijaponés que lleva “tres días consecutivos” manifestándose frente a la embajada nipona. “Todos los chinos tenemos que estar unidos, No podemos permitir otra invasión japonesa, debemos defendernos. No les cederemos ni un centímetro de nuestro territorio”, exclamó con el dedo alzado Wang Changsheng, militar retirado que también se sumó a la marcha.

Decenas de miles de personas tomaron ayer las calles por quinto día consecutivo con motivo del 81 aniversario del incidente de Manchuria, pretexto utilizado por el imperio japonés para invadir China en 1931. Los manifestantes corearon consignas como “Barramos a los perros japoneses fuera de China”, “Arrasemos Tokio, destruyamos Japón” o “Arrodíllense bastardos”. Muchos de ellos ondeaban banderas chinas, algunos pancartas incendiarias, y otros retratos del padre de la patria comunista Mao Zedong.

Centenares de personas lanzaron piedras, botellas y huevos a la embajada, pero apenas se registraron incidentes violentos. En parte gracias a los miles de agentes de policía y soldados desplegados, que sofocaron cualquier salida de tono. Tampoco hubo altercados graves en la otra decena de ciudades chinas que albergaron marchas.

La insistencia de las protestas provocó que en Tokio se prendiera ayer el indicador de alarma: sus principales multinacionales comienzan a sufrir caídas en bolsa debido al cese de las operaciones en China, el mayor mercado de exportación para los productos japoneses y el corazón productivo de miles de sus empresas. Nada menos que 22.000 compañías niponas operan en el gigante asiático , dando empleo a 9,2 millones de personas según datos oficiales de 2005. La cifra hoy es seguro mucho mayor.

La textil Fast Retailing, propietaria del gigante de la ropa Uniqlo, perdió ayer un 7% en bolsa debido al cierre de casi todas sus tiendas en China. Nissan, que mantiene suspendidas sus dos principales factorías, cayó un 5%. Y lo mismo sucedió con la cadena de supermercados Aeon (2,8%), la firma cosmética Shiseido (2,7%) o 7-Eleven (1,4%). Los inversores globales empiezan a torcer el gesto ante un conflicto que enfrenta a la segunda economía del mundo (China) contra la tercera (Japón). El volumen comercial entre ambos países generó 345.000 millones de dólares el año pasado.

En redes sociales chinas ya circula una lista de 40 marcas a las que se recomienda hacer boicot. Eso sin contar con los miles de empresarios y trabajadores afectados por el cierre de restaurantes y pequeños comercios japoneses, que no saben aún cuándo podrán reabrir sus negocios, ni si serán capaces de sobreponerse al golpe. “Las empresas japoneses juegan un papel muy importante en la economía y el empleo de China. Hay que mantener la calma y actuar racionalmente”, recordó ayer Osamu Fujimura, jefe de gabinete del gobierno japonés.

Beijing, por su parte, elevó una queja formal a Tokio luego de que dos ciudadanos nipones arribaran al archipiélago en una barca. Los guardacostas japoneses evacuaron rápidamente a ambos lejos de la zona de conflicto.

China, 19 septiembre 2012 - A.S.C.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ANBOLIVIA te invita a ser el quinto poder, opina...con respeto

DEJA TU OPINIÓN EN:
TW: @ANBOLIVIA

TW: @ANBdigital

F: https://www.facebook.com/anboliviadigital