PERÚ
(ANBOLIVIA / Tomado de fifa.com).- La boliviana Nelfi Ibáñez
no es una madre convencional. Muy por el contrario, ya desde pequeña, supo que
estaba destinada a hacer algo grande en un ámbito acaparado por
hombres. “Me cansé de ver perder a mi selección por televisión y me dije a
mí misma: ‘a estos hombres se les acabó el crédito, voy a estudiar’”. Semejante
determinación, hoy recordada entre risas, se convirtió en el puntapié inicial
de una carrera tan exitosa como compleja.
Tras sentirse
discriminada en su propio país, Nelfi se marchó a estudiar a Paraguay antes de
realizar una pasantía en el Barcelona de España. No conforme con haber
conocido, entre otros, a Frank Rijkaard y Lionel Messi, la boliviana amplió su
preparación con diversos cursos de alto rendimiento tanto en la Asociación de
Fútbol Catalán como en la Universidad.
“No fue fácil”, admite
con voz firme, pero tanto trabajo ha dado sus frutos. En la actualidad, tras
dirigir a la selección femenina de Bolivia, Nelfi sigue rompiendo barreras y se
ha convertido en la primera mujer en comandar a un equipo masculino del fútbol
peruano: Hijos de Acosvinchos, de la segunda división.
FIFA.com habló con ella
sobre las dificultades que ha afrontado para abrirse camino en un mundo
acaparado por los hombres y las lecciones que puede dar el fútbol en su lucha
por la igualdad de género y oportunidades.
Nelfi, no debe haber
sido fácil ganarse un lugar en el fútbol masculino de Sudamérica. ¿Se ha
sentido discriminada alguna vez?
Muchos creen que la
mujer no puede estar aquí, los hombres se consideran los dueños del fútbol.
Pero yo creo que con capacidad, sacrificio y entrega podemos demostrar lo
contrario. Muchas veces me han discriminado algunos colegas con miradas o
comentarios del estilo “¿qué haces tú por aquí?”. Con risas también. Le digo
más: me ha pasado que algunos preparadores físicos que he tenido hayan
intentado tomar el mando e imponerse sobre mi figura.
¿Y qué ha hecho en esos
casos?
Los he separado del
puesto, no tengo problemas en mandarlos para casa si es necesario. No es una
situación que me agrade, desde ya, pero tengo mi temperamento y creo que los
puestos de trabajo deben ser respetados.
¿Dónde le ha ocurrido?
En Bolivia, cuando
empecé a estudiar, me sentí discriminada. Por eso me fui a Paraguay
directamente, donde me abrieron las puertas para empezar a formarme. Estaré
siempre muy agradecida por eso.
Siempre manifiesta que
a usted nadie le ha regalado nada para llegar hasta aquí. ¿Considera que le ha
costado más por el hecho de ser mujer?
No me animaría a decir
eso. Creo que hay que separar: en el fútbol femenino, ser mujer me ha sido de
gran ayuda. Algunos colegas hombres incluso me han comentado que debieron
esperar muchos años para hacerse cargo de alguna selección femenina, y que a mí
la oportunidad me llegó relativamente pronto. Pero en el fútbol masculino sí,
alguna vez he sentido diferencias: en tiempo de tratativas con algunos equipos,
cuando se dilataban los llamados, solía pensar que me ocurría por ser mujer.
¿Y el ambiente en
general? ¿Respeta su posición en el fútbol masculino?
A muchos les cuesta
entender que una mujer esté al mando. Durante los partidos, con las pulsaciones
aceleradas, me han gritado algunas cosas: que no sacaba a tal jugador porque
seguro era mi novio o cuestiones así. Pero lo tomo como algo normal de un
partido, no como discriminación. Por suerte, con el paso del tiempo, recibí
felicitaciones de distintas personas por la manera en que se paran mis equipos.
Eso tiene un gran valor para mí.
¿Qué prejuicios
enfrenta más a menudo?
Para muchos
periodistas, la pregunta del millón pasa por saber cómo actúo en un vestuario
lleno de hombres. ¡Como si fuera importante! Sí, claro que a veces pasan
jugadores desnudos al salir de la ducha, es lo normal en un vestuario. Pero soy
muy profesional y actúo como corresponde, es parte de mi trabajo. Sólo me
importa lo que mis equipos hagan en la cancha, por lo que mi único contacto con
los jugadores es un apretón de manos y una felicitación si han hecho un buen
partido.
¿Qué le diría a quienes
discriminan a las mujeres en el fútbol?
Que tienen el cerebro
muy reducido. Las mujeres somos seres humanos como cualquiera, y tenemos la
capacidad de desarrollar cualquier papel. No existen leyes que marquen lo contrario.
Pero más que referirme a los hombres que discriminan, prefiero dejar un mensaje
a todas las mujeres: que persigan sus sueños, que luchen por conseguirlos.
Siempre habrá piedras en el camino, pero hay que imponerse con capacidad y
sacrificio. Debemos usar la inteligencia y no otros atributos, eso es lo que he
hecho en este tiempo y lo que me ha dado resultados. No por nada hay países
importantes de Sudamérica con Presidentes mujeres.
¿Cómo puede ayudar el
fútbol en la lucha contra la discriminación?
Puede hacer mucho. En
lo personal estoy haciendo mi aporte, al demostrar que podemos llegar lejos en
un mundo que muchos creen patrimonio masculino. He llegado a un nivel que
ninguna otra mujer ha compartido y ese es un aporte muy grande. Pero no voy a
quedarme en esto, sé que voy a llegar más lejos. Mi sueño es dirigir a una
selección absoluta en una Copa del Mundo y creo que algún día voy a lograrlo.
Perú, 2 mayo 2012 -
J.C.
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