LA PAZ, BOLIVIA (ANBOLIVIA / ABI).- El Gobierno desahució el domingo la
pretensión de los choferes de aumentar las tarifas del transporte público, al
asegurar que no hay argumento alguno que sustente esa necesidad planteada por
los trabajadores del volante.
El ministro de Economía, Luis Arce, dijo que "no tienen
argumento alguno para poder incrementar las tarifas".
Los choferes supeditaron el aumento de los pasajes al incremento salarial que resulte de la negociación entre el Ejecutivo y la Central Obrera Boliviana (COB).
El ratificado ejecutivo de la Confederación del sector, Franklin Durán, en reiteradas oportunidades manifestó que inmediatamente se conozca el incremento salarial correspondiente a la presente gestión, su sector lanzará las nuevas tarifas.
Arce explicó que el Gobierno soporta el costo de la subvención de los carburantes, principal insumo que emplean los transportistas en el funcionamiento de sus motorizados. Monto que para este año se calcula en 755 millones de dólares.
La inflación durante los primeros tres meses del año se mantiene en 1%, añadió, como también los precios de los alimentos han bajado en lugar de subir.
A este panorama se suma, según dijo Arce, la estabilidad de la cotización del dólar (6.96 bolivianos desde el 4 de noviembre de 2011), en base al cual se calcula el costo de los repuestos, aceites y otros elementos que emplean los transportistas.
No obstante, los choferes esgrimen que hace una década el sector no realiza ningún ajuste a los pasajes, mientras que el costo de vida fue aumentando con el paso del tiempo.
De acuerdo con la Ley de Autonomías, en la actualidad son las alcaldías las responsables de determinar las tarifas del transporte público.
Los choferes supeditaron el aumento de los pasajes al incremento salarial que resulte de la negociación entre el Ejecutivo y la Central Obrera Boliviana (COB).
El ratificado ejecutivo de la Confederación del sector, Franklin Durán, en reiteradas oportunidades manifestó que inmediatamente se conozca el incremento salarial correspondiente a la presente gestión, su sector lanzará las nuevas tarifas.
Arce explicó que el Gobierno soporta el costo de la subvención de los carburantes, principal insumo que emplean los transportistas en el funcionamiento de sus motorizados. Monto que para este año se calcula en 755 millones de dólares.
La inflación durante los primeros tres meses del año se mantiene en 1%, añadió, como también los precios de los alimentos han bajado en lugar de subir.
A este panorama se suma, según dijo Arce, la estabilidad de la cotización del dólar (6.96 bolivianos desde el 4 de noviembre de 2011), en base al cual se calcula el costo de los repuestos, aceites y otros elementos que emplean los transportistas.
No obstante, los choferes esgrimen que hace una década el sector no realiza ningún ajuste a los pasajes, mientras que el costo de vida fue aumentando con el paso del tiempo.
De acuerdo con la Ley de Autonomías, en la actualidad son las alcaldías las responsables de determinar las tarifas del transporte público.
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