COCHABAMBA, BOLIVIA (ANBOLIVIA / Erbol).- En medio de sospechas de sobreprecio y mala calidad de la obra, se construye en Cliza un estadio para 35 mil espectadores, pese a que sólo cuenta cerca a nueve mil habitantes en su área urbana.
La monumental obra debería costar cerca a seis millones de dólares, con financiamiento del programa Bolivia Cambia Evo Cumple, sin embargo tropieza con innumerables observaciones por falta de fiscalización.
El escenario deportivo podría convertirse en un “elefante blanco”, según varios vecinos, porque no existe relación alguna entre el total de habitantes de la provincia Jordán y el aforo. Datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística señalan que en esa región cochabambina viven 19.747 personas, incluida el área rural.
El fútbol es la principal disciplina deportiva que se practica en Cliza, sin embargo no tienen representantes en los torneos profesional y semiprofesional. En 2010 el presidente Evo Morales entregó fondos para llevar adelante las obras.
Negligencia y sospechas de corrupción
La construcción del estadio se convirtió en un dolor de cabeza para los cliceños. Al sobredimensionamiento del proyecto se suman: la ausencia de fiscalización, la no entrega de planos firmados para ejecutar ítems, errores en el diseño de ingeniería y arquitectura y la casi nula presencia de profesionales, señalaron fuentes consultadas por Radio Ecológica de la Red ERBOL.
Leonardo Rojas, director de Obras de la empresa FBG, adjudicataria de la tribuna de General, reclamó la inexistencia de planos finales aprobados, requisito básico para proseguir con la construcción.
“No nos entregaron los planos, sólo tenemos cinco firmados por la consultora Escóbar Torrico, cuando deberíamos tener 68 o 70. La empresa sólo tomó en cuenta la parte arquitectónica”, dijo.
El funcionario admitió que en la ejecución de la construcción no existe supervisión y las modificaciones sobrepasan el 100 por ciento del presupuesto.
“La empresa Escobar no trajo profesionales competentes. A partir de la falta de detalles de los errores, suponemos que esa empresa dejó la supervisión”, enfatizó.
El responsable de la empresa ISP, Germán Wacani, adjudicataria de la tribuna de Preferencia dijo también que el panorama es similar.
La oficial Técnico de la Alcaldía Municipal de Cliza, Zulma Herbas, optó por el silencio y no aclaró sobre las quejas y observaciones de los constructores.
Por su parte, el presidente del Comité de Vigilancia, Marco Sanabria, deslindó responsabilidades y señaló que desconocía las modificaciones al proyecto original. El contrato de construcción es de 720 días y hasta el momento sólo hubo avance de un 40 por ciento en la obra gruesa.
Cochabamba, 22 marzo 2012-A.P.
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